Cuando escuchamos la palabra ‘percusión’ la asociación más rápida que tenemos es una batería. ¿Cómo poder ignorar su sonido en nuestra canción favorita o en esa canción en la que, simplemente, sería imposible pasarla por alto? Pero el sonido del golpeteo en el parche de esa canción que tienes en la cabeza, no es la única forma de encontrarlos. Esa es la idea de Pulsar, trío de percusiones: difundir la música contemporánea y familiarizarnos con el sonido tan variado de los instrumentos.
Podríamos considerar a esta familia de instrumentos como la primera descubierta, por su fácil creación: un choque de palmas, un pequeño golpe a la mesa o el sonido de dos vasos al hacer contacto. No es de sorprender que al escuchar piezas interpretadas por el trío como “Okho”, te inviten a cerrar los ojos y ver una hoguera con llamas altas, con gente a su alrededor; con una sensación de hipnotismo dentro de la imagen en tu cabeza. Pero, al mismo tiempo, encontrar envolventes los movimientos de los integrantes en la sincronía de sus manos, de sus pausas y de sus ritmos; como individuo, al igual que en grupo.
Encontrar lo magnifico en lo simple es algo que podemos encontrar en los conciertos de Pulsar, donde el sonido proviene de ollas, madera, tarolas, triángulos; cualquier cosa que podamos imaginar, convirtiendo un sonido fuerte a uno sencillo con el cambio de una baqueta a un mazo, o incluso, con el abrir y cerrar de una mano.
La combinación de experiencias musicales de Emmanuel Campos, Oscar Esqueda y Ulises Hernández; se dejan notar dentro de la interpretación escénica cuando cada uno tiene su momento para tocar individualmente, pero al llegar a momento del clímax es una explosión de movimientos y golpes en el que a veces hace que muevas la cabeza sin notarlo, un pie, o simplemente no podamos ni parpadear para no perder nada de lo que esté sucediendo en el escenario.
La semejanza de cada resonancia es algo que dejan a lo individual. Dentro de mis percepciones fueron desde la campana de una bicicleta, una gota de lluvia al caer en una cubeta llena de agua, hasta unos tambores de guerra. Así como encontrar nuevos ecos de una marimba que dentro de mis recuerdos sólo era parte de Veracruz, México.
Aquí dejo el último concierto del ensamble guanajuatense, por si tú quieres encontrar tus propias semejanzas:
https://www.facebook.com/tv4guanajuato/videos/307966367064572
Foto: Forum Cultural Guanajuato