Esta noche sellará el hechizo,
pactamos permanecer unidos.
Podremos olvidar nuestras caras,
nunca el calor que une nuestras almas.
Ojos abiertos, la noche entera
absorbiendo luz de luna llena
porque con el primer rayo de sol
volverás sosteniendo una flor.
Redención…
El espejismo de lo inédito
creará el escenario perfecto
y volverás a invitarme un café,
otra vez, amor, por primera vez.
Pero esta vez será diferente,
el corazón palpita muy fuerte,
despojarás al cuerpo enemigo
sanando mi corazón herido.
¡Destino!
Al fin trascenderemos, ¡Divino!
A nuestra vida eterna, amor mío,
sin culpas, ni errores, ni traiciones,
no más… por favor no me abandones.
Si fallas, lo sacrifico todo.
Renacer por tus hermosos ojos
todas las veces que sean necesarias.
Me condena estar enamorada…
Atada…
El castigo eterno es esta ausencia
de ti, de mí. Ya soy un alma vieja,
mis lágrimas disuelven el tiempo.
Que sea la última, te lo ruego.