¿Es por tu deseo que tu imagen mantiene abiertos
mis pesados párpados a la cansada noche?
¿Deseas tú que mis sueños se rompan,
mientras sombras parecidas a ti se burlan de mi vista?
¿Es tu espíritu lo que enviaste desde ti
tan lejos de casa hacia mis acciones para espiarlas,
para encontrar vergüenzas y ociosas horas en mí,
al alcance y tenor de tus celos?
¡Oh, no! Tu amor, aunque mucho, no es tan grande:
es mi amor el que mantiene mis ojos en vela:
mi solo verdadero amor que derrota mi descanso,
para jugar al centinela en aras tuyas.
Por ti vigilo, mientras tú despiertas en algún otro lugar,
muy lejos de mí, con otros demasiado cerca.