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En las esquinas muchachas de besos lánguidos
sonríen sus dientes de sueños
sumergidos en la ambiciosa tinción del oro opaco
Autobuses de óxidos teratogénicos
les hacen crecer manos ajenas en el cuerpo
como tumores lascivos a punto de metástasis
y las pudre por fuera
Antes de llegar a casa
donde niños de ropas invisibles sonríen
pues es agosto
y la lluvia no les fue negada
Ellas respiran el hondo aire
de la sonrisa falsa
como el pan o la tortilla
como los padres de sueños arrastrados al campo
donde lo único que se cosechan son barras y estrellas
La ciudad duerme de cabarets
y hombres sentados a oscuras
escriben sobre la habitación y los techos caídos
Sobre las figuras del cigarro
y los muertos de pasos frágiles y labios desteñidos
que empiezan a vivir
Eso es todo:
muchachas usadas y abusadas
niños hambrientos
y hombres engañados
Esto es mi país
mi mundo
Elegía por Beto
A Beto
Hay jueves que el universo te cae encima
y no puedes sino tomar un paraguas cubrirte la cabeza
Llamar al otro
y preguntar sobre tu futuro
sobre los huesos y techos rotos
sobre los universos que te caen encima
los jueves
O quizás solo por el paraguas
y esta necesidad de cubrir la cabeza
para salvar la propia vida
Yo poco sé de estas cosas
El día que Beto con las ganas amanecidas en los ojos
y los impulsos metidos entre las costillas
despegó en su propia búsqueda
las estrellas que parecían encerradas fuera de nosotros
cayeron sobre la tierra
y los niños no pudieron sino colgar los columpios
y fingir que las esperanzas
no les rodaban por la mejillas
Así fue siempre Beto
un oleaje impulsivo
una misión imposible
una condena
y la determinación oceánica de salvar a los otros
Beto jamás regresó
Hay jueves que sería mejor no despertar.
Aquí vivimos con una mano en la garganta, de César Bringas (Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, 2019)
Aquí vivimos con una mano en la garganta es una pequeña plaquette del escritor poblano, ganador de cuatro premios nacionales de poesía y narrativa, César Bringas. Dentro de este pequeño trabajo -y hablo de las dimensiones físicas de la obra-, César aborda temáticas dolorosas e imperativas para cualquier ser humano; se toma el sentimiento y el hecho del rechazo, del desamor y la depresión causada durante la búsqueda infructuosa del bien amor, pero también nos regala algunas visiones de su pasado, la visión de los abuelos y la perpetua búsqueda de sí mismo dentro de ellos.
La plaquette o el poemario –como el lector desee llamarlo- de cesar consta de 19 poemas divididos en tres partes: 1) Lo importante es bailar, 2) Féretros y, 3) Las Soldaderas, siendo esta última parte un único poema divido en capítulos enumerados del I al XV.
- Lo importante es bailar
En esta primera parte, César nos acerca al mundo de las relaciones tormentosas y hace gala de múltiples habilidades para la creación lírica como la intervención de notas periodísticas, abstracciones de mensajería Whatsapera, y diálogos de recuerdos. En esta parte se puede notar versos con mayor miseria que en las partes consiguientes del poemario, pero siempre con esa visión biensana de quien opta por asumir una decisión dolorosa que le traerá un bien.
Algo que también hay que destacar del esta parte es que los versos son concisos y las imágenes evocan fácilmente a la cotidianidad, lo cual hace que el lector pueda empatizar con mayor facilidad.
- Féretros
En esta parte se toma el tema de los abuelos y los antepasados, las tragedias familiares que terminan por definirnos o evocarnos a nuestra propia asimilación. En este orden de ideas abre Cesar la segunda parte. Aquí no solo está presente la muerte, sino la búsqueda de algo en el pasado, de algo en los abuelos y la madre que pueda decirnos el porqué del presente.
Los puñetazos en el duelo continúan con imágenes fuertes y versos igual de concisos que en el pasado, pero quizás con un poco menos de experimentación. Sin embargo es la parte que más disfruté de todo el poemario. Quizás la parte más calcinante de la obra.
- Las Soldaderas
Las soldaderas eran expertas contrabandistas. /Ellas eran quienes rezaban por los vivos para que no murieran. Rezaban por los muertos para que no fueran al infierno. /Recorrían detrás del ejército el mundo, eran la sombra del ejército. , nos dice Bringas. La última parte de esta plaquette ya no está en verso libre como lo había sido antes, ahora se nos revela como una prosa poética, inundada en intertextualidad y capitulada con números romanos, donde la soldaderas son un pretexto de la lírica de César para hablar de las relaciones, del pasado, de los muertos y de él mismo. Considero que es donde hay una mayor experimentación de su parte.
Aquí vivimos con una mano en la garganta, es una obra que por sus dimensiones se ve obligada a atender esta regla jamás escrita dentro de la poesía: Que cada verso sea un golpe dispuesto al Knock-Out. Una obra donde César se busca en el pasado, en sus antepasados y en el presente, donde reconoce que su dolor y preocupaciones no pueden revelar el mundo de la poesía.