En el año 2016 surgió el término “cancelación”, en el black twitter (comunidad afroamericana). Pero ¿Qué significa cancelar? Según Camila Magnet, periodista de CNN Chile, “Cancelar significa eliminar de tu vida a una persona”. Aunque esto se torna de manera contradictoria últimamente al realizar esta práctica. Tras un puñado de polémicas que han arrasado principalmente en redes sociales, desde ese año internet se ha vuelto un mundo de cancelación donde se arremete contra los involucrados a un grado deshumanizante en la mayoría de los casos.
A continuación, se enlistarán los casos de cancelación más sonados hasta este año:
- JAMES CHARLES: El youtuber y maquillista estadounidense perdió un aproximado de 3 millones de seguidores en youtube tras ser etiquetado como “Depredador sexual” por otros creadores de contenido. Tras esto, no solo fue atacado por las acusaciones, también por su orientación sexual y su físico.
- K ROWLINGS: Escritora de la famosa saga “Harry Potter” esta en el ojo del público tras redactar comentarios transfóbicos en twitter, disminuyendo así el apoyo económico de sus fans.
- “KUNNO”: Tiktoker que ganó seguidores por su famoso paso de caminata, se volvió tendencia negativamente tras empezar a cobrar un aproximado de $2000 por saludar a sus fans en sus videos.
- Kika Nieto: En un video que se subió a la plataforma de youtube donde hizo comentarios que arremetían contra la comunidad LGBT, fue inmediatamente atacada por miles de usuarios en youtube e Instagram principalmente tachándola de homofóbica.
- “YossStop”: Por último y más reciente la youtuber no deja de recibir odio y cancelaciones, en el 2018 publicó un video criticando una generación en base a un video que le enviaron sus seguidores, donde un par de años después resultó ser video de un abuso sexual a una menor, la cual arremetió contra ella en 2020, por supuesta forma despectiva de mencionarla en este video. Hasta la fecha esta polémica no ha cesado.
Estos son solo algunos casos que representan la cancelación, pero en realidad existen muchos más de lo que incluso nosotros conocemos.
La mentalidad de las nuevas generaciones centra la cancelación más allá de un retiro de apoyo a las personas involucradas, ya que si se detectan conductas políticamente incorrectas en alguna persona del medio estas inmediatamente se vuelven merecedoras del odio que abunda en rede sociales, hoy en día es casi imposible que la sociedad se demuestre tolerante a actitudes discriminatorias, machistas, clasistas etc. ¿Pero es la cancelación la solución de erradicar estas actitudes socialmente?, la verdad es que no, condenar a personas usando el acoso como vía rápida no es lo más recomendable si lo que se busca es extinguir problemas sociales.
El problema más arraigado de la cancelación es hacia quien va dirigida, si es correcto que el blanco de esta son los famosos e influencers no necesariamente son los principales merecedores del rechazo social que la cancelación genera, más bien las consecuencias que generan los actos de las personas deberían ser medidas en base a lo que estas han ocasionado a otros. Por ejemplo: no se debería de juzgar duramente a personas que cometieron errores desde la desinformación e ignorancia, ya que estos errores son relativamente corregibles e incluso algunos de estos no se cometen con la intención de dañar a terceros. En cambio, las personas que no es muy usual que reciban la cancelación social y deberían, son personas que han atentado deliberadamente contra la integridad de una persona, y sus derechos. Como ejemplo más específico, criminales. El punto es poner los ojos en las personas correctas. Nunca esta de más darle a conocer a otros cuando se equivocan, al final del día nadie esta exento de hacerlo, y todos tenemos el derecho a la expresión (mientras no atente contra los derechos de terceros) hay que escoger las palabras correctas para no caer en malas interpretaciones y volvernos más empáticos al juzgar las opiniones de otros considerando sus posiciones, y también al momento de “cancelar” para evitar caer en las mismas actitudes que buscamos erradicar. Recordando que un error no es motivo de humillación pública.