La vida puede ser una constante búsqueda de un tesoro que muchas veces termina sin ser encontrado. Hallar aquello que es valioso para uno suele ser difícil si no se tiene una brújula en el corazón que brinde una idea sobre la ruta que queremos tomar. Sin embargo, en ocasiones podemos encontrar a algunos seres que, sin envidia, nos muestran aquello que les ha parecido precioso y en seguida se nos revelan ciertas veredas para encaminar nuestra cacería de maravillas. Aunque pueda ser difícil, a veces se nos da la oportunidad de dar con auténticas joyas de forma tan obvia que resulta extraña, como en esta ocasión lo fueron los Tesoros Latinoamericanos.
Nos subimos a una embarcación musical peculiar, la Camerata Romeu, grupo de navegantes conformado por Zenaida Romeu, la capitana, y sus dieciséis tripulantes, todas mujeres virtuosas que destacan en el arte de sus respectivos instrumentos de camerata. Esta agrupación fue la primera de América Latina en su tipo, por lo que el talento y la forma peculiar que tienen de entregar el alma en el escenario las ha llevado a tener presencia internacional y a recibir piezas de grandes compositores exclusivas para que ellas las interpreten.
El primer rumbo que tomó el navío surcó las aguas de México, precisamente hasta el “Metro chabacano”, pieza del compositor Javier Álvarez. Con esto se pudo notar que el título de la presentación no era una estafa o un alarde, pues la capitana demostró después su capacidad para navegar en el tiempo con “La otra cara de la moneda”, pieza del maestro cubano Guido López-Gavilán, que simula ser más vieja de lo que se piensa por evocar a la música antigua. El espacio para el amor llegó luego con un auténtico poema sonoro, “La noche lenta en tus ojos”, composición del también cubano Roberto Valera creada especialmente para ellas.
Una vez que se ha capitaneado por 28 años, es posible que se obtenga una seguridad como la de Romeu con la cual el enfrentar algún reto es cada vez más menos común pues los riesgos se reconocen y se evitan rápidamente; sin embargo, este grupo de bucaneros demuestra que no le teme a nadie y acepta el desafío de tocar “Homenaje a Gismonti”, obra del compositor mexicano Arturo Márquez, quien está presente examinando quisquilloso y no tiene más remedio que reconocer de pie la perfecta ejecución.
Algunos tesoros se disfrutan también con los pies, como cuando nos dejamos conducir por los ritmos al final del concierto, ya no dirigidos por la capitana Romeau, sino por su contrabajista y posible primer oficial, Caridad Zaldivia Lores. Después, la velada terminó dejando a todos los polizones embarcados con un inmenso botín de música latinoamericana, el cual también es posible obtener en cualquier navegador al teclear “Camerata Romeu” y deleitarse enseguida.
Camerata Romeu
Tesoros Latinoamericanos
22 de octubre de 2021
Teatro Juárez
Fotografía: cortesía FIC