Tiempos aculturales, un mes más de amor, radicalización de persuasión, ¿con cuál quedarnos?
Tienes tu propio concepto de amor basado en experiencias propias o solo lo creas por lo que te comunican.
Llamémosle mes gay como coloquialmente se acostumbra, visualicemos la bandera esa ya tan emblemática que hacemos referencia a un arcoíris, salgamos a las calles a exigir igualdad, derechos, a gritar que somos iguales y meceremos respeto; pero no crees que el simple hecho de tener una bandera propia te exilia y auto fronterizas como pasa alrededor del mundo. Es parte de un emblema y no formar parte de otra sociedad; sociedad que juzga, desigualdad de ideas y comportamientos, sociedad que al salir a las calles puede besarse libremente porque eso para ellos está correcto, cuando teniendo igualdad de sexo no podemos hacerlo por el simple hecho que a la sociedad solo le basto levantar el dedo índice, el dedo juzgador, señalar a una pareja de dos hombres y decir que eso está mal, que ellos no se pueden besar en la calle y mucho menos casarse, de formar una familia ni hablar; se prefiere negar derechos que están plasmados en la constitución, negar adopción y que los orfanatos estén llenos o los niños y niñas en la calle.
La plaga gay como muchos la quieren hacer notar dentro de la jodida sociedad que nos toco vivir; la quieren ver y hacer ver como lo peor, la escoria, la vergüenza, lo malo, el yan sin su yin.
Pero como pueden exiliar a la parte más lejana de su cerebro esa información de que somos hijos, algunos padres y madres, sobrinos, nietos, primos, amigos, hechos de la misma forma pero queridos distinto o de plano sin nada.
Aculturación, retroceso de amor, equidad, empatía nula, aceptación; tal parece que el odio se apodera de algunos familiares, corroe las entrañas de amistades y repudio por la sociedad.
De repente a este escrito le llegará un sutil manchón del color rosa, será tan tenue porque el porcentaje de aceptación es mínimo, ¡vayamos al grano!
Gracias a todas esas personas que regalaron el abrazo, a los papás que siguen besando sin pensar que se contagia, a las amigas y amigos que siguen creyéndote y sintiéndote el mejor amigo, a los primos que te siguen frecuentando, a los tíos que te contemplan en las fiestas familiares, los abuelos y abuelas que te siguen viendo como cuando estabas pequeño, o los sobrinos que te siguen viendo como su heroína o súper héroe.
Gracias a todos ellos, que el universo, mis y sus creencias los llenen de buenas vibras y les siga dando igual solo dar amor sin mirar a quien. En especial, gracias a mi familia y amigos porque a pesar de todo, siguen estando y me preguntan por la novia.