Dime qué lees y te diré quién eres por Ivonne García Lemus

En el estado actual de la literatura mexicana aún no se tienen fundamentos, ya que según estudios revelan que los mexicanos leemos más pero las formas de leer han cambiado, con la llegada de las redes sociales o bien con los diferentes medios para adquirir lecturas.

Jóvenes que de repente sacan a la luz un libro y luego de un tiempo casi nadie los recuerda. En nuestra generación, no ha habido un escritor que realmente sorprenda exceptuando los 70´s, 80´s y 90´s del “crack”. Después de eso, la falta de buenos escritores en nuestra literatura actual hace escasos a los lectores, ya que sólo hay narradores.

La situación en México en cuanto a bestsellers es preocupante, ya que los jóvenes, muchas veces, preferimos libros de autores extranjeros, dejando con esto, totalmente abajo la literatura mexicana que muchas veces desconocemos por estar adentrados en otros títulos, ya sea estadounidenses en el caso de “Bajo la misma estrella” (claro, cautiva) o bien británicos con “50 sombras de Grey” (no tengo un comentario decente para esta novela).

Por otro lado, el panorama es diferente en las ferias de libros que se llevan a cabo en la República mexicana durante el año, ya que miles de personas se dan cita a ellas, tanto para adquirir toda clase de libros, así como para presenciar las charlas con autores reconocidos, ya que éstos hacen énfasis en la lectura, en que leer es maravilloso, por lo cual, muchas veces motiva a las masas a que la lectura sea una parte esencial en su vida.

Como joven que aprecia la literatura mexicana, considero que por la escases de buena literatura en la actualidad, buscamos los textos de autores mexicanos considerados clásicos: Octavio Paz, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, entre otros.

El panorama actual de la literatura mexicana nos presenta un amplio repertorio de autores que buscan un lugar en los lectores. Basándose en temas de nuestra realidad, así como historias que nos puedan transmitir y nos motiven a querer más.

La literatura debe reinventarse y cambiar un proceso de revolución. Que haya una balanza en las nuevas manifestaciones, ya que hay fortaleza creativa y mucha materia prima que se ha hecho presente por la relación de México con el mundo.

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