I
Hombre de posibilidades
que no podrá cerrar su puerta al miedo,
nunca fue pues ingenuo
ni tampoco le escapó el valor.
Firmes son sus intenciones
de hacer las cosas bien.
Lo extraña la vida,
el enorme dolor que hay en ella,
tal vez no nace en el tiempo y lugar adecuado,
quizá no lo habría hecho más temprano ni después.
Decide perseguir para sí un sueño universal
de borrar lo que ya estaba escrito,
mucho antes de su nacimiento,
en la conciencia colectiva de su destino.
Necesita entonces de un cuarto pacífico
para pensar cómo habrá de conducirse,
no puede exponerse demasiado
a las armas de los demás,
que han derramado la sangre de sus compañeros,
a quienes no conocerá.
Darse cuenta le vino mejor
que seguir creyendo era deseado,
por lo menos no como un ser humano,
puede como objeto de cierta pasión
condenada a muerte y olvido;
pero tiene ojos y tiene oídos
e imposible fue seguir ignorando,
que sería mejor para el resto
se marchase de la Tierra el día de hoy.
No quiso ni querrá hacerlo,
busca aún a su amado y no logra encontrarlo,
la compasión lo afrenta y los modales resultan
claramente ingratos,
al fondo reluce la negativa
de tomar su persona como digna
del amor libre que se expresa,
pues se comparte y necesita.
II
Contempla el mundo desde un alto punto,
lo ha visto entero al caer la noche cada día
e iluminándose la casa que lo guarda.
Arrastra el uso del enamorado
de ver en su mente demasiado,
los posibles enlaces y encuentros dichosos
con el hombre amado.
Por estar conectado a su entorno,
se admira de la belleza del paisaje; a hombres y mujeres.
Cada uno le dice algo, tal vez sea lo mismo,
que es diferente y no conseguirá un lugar en el grupo.
No importa cuánto sienta por él alguno
si no puede demostrárselo,
sabe que el egoísmo es un peligro
para el verdadero amor del cuerpo.
Admite que se le persigue
pero calla,
inútilmente dejaría ver
su condición de homosexual.
Tiene una sensibilidad para defenderse
de hombres extraños que no lo conocen,
sin armas lo suficientemente fuertes
para acabar con él.