—Es neta lo que te digo. Morrisey debería tener su propio altar.
—Ya vas a empezar otra vez con tus cosas. No debí haberte dicho que escucharas a The Smiths.
—Pues es verdad lo que dice, Meat is murder. Ese hombre es tan valiente y radical al mantenerse firme en su postura en contra de aquellos que comen animales justificándose nada más, diciendo que contienen nutrientes que necesitamos. Todo por la pinche hueva de no buscar otras cosas para alimentarse.
—Aquí vamos de nuevo con las teorías crudivegafeminazistas. No todas las canciones del álbum hablan sobre lo mismo, ¿sabes?
—Eso es porque todavía no estás realmente comprometido con el movimiento. Una vez que comienzas a amar la lucha por la causa te das cuenta de que el mensaje de Morrisey está inscrito en cada una de sus letras, pero tú apenas tienes un mes dentro, tal vez en dos meses más te des cuenta de que tengo razón. ¿No te has sentido más feliz ahora que eres crudivegano? Claro, al inicio es difícil, pero después de unas semanas ya estás a toda madre.
“Claro que soy más feliz, al fin tengo novia, está medio loca pero pues ya tengo novia. Ahora mis pedos huelen a jugos y licuados, aunque sí, al inicio me saqué de onda porque mi mierda salía tan aguada que creí tener diarrea; pero no te apures, no es nada lamentable que mientras voy con mi familia a comer carnitas yo tenga que sacar mi puta ensalada. Pero no te preocupes, estoy a toda madre, soy feliz mientras todos comen pizza y yo, para no pervertir mi espíritu, me voy a comer verdura a una huerta que está hasta la punta de la chingada donde ningún simple mortal está para envilecer mi cuerpo con su despreciable carne, es más incluso sin lavar nada, así, natural, para estar más en contacto con la madre tierra, es mejor, ¿no? Te digo que estoy a toda madre, ya hasta he pensado patentar el olor de mis pedos y abrir mi propia tienda de perfumes. Quién diría que el crudiveganismo tenía tantas ventajas”, piensa él.
— ¿Entonces? — insiste ella al ver que se le fue el pedo a su novio.
—Ah, sí, estoy mucho mejor. Oye, creo que será mejor que nos apuremos a llegar a tu casa, parece que va a llover.
Llegan a su casa.
— ¿Y tus papás?
—No están, llegaran hasta mañana, quítate la camisa, estás todo mojado y te puedes enfermar. — típico presagio de que, aunque haga un chingo de frío la cosa se va a poner que arde.
En efecto, no tardan ni cinco minutos y ya están en la cama de ella con los puros calzones.
—Espera, hay algo que tienes que hacer antes de consumar nuestro amor.