Confieso que tengo un feo hábito.
Navego por las noticias con el estómago vacío, antes del desayuno; me meto a bañar, me visto, abro Twitter y repaso el feed.
Chumel Torres es particularmente chistoso y además informativo. No se anda por las ramas ni hace concesiones. Es toda una revolución en cómo vemos las noticias.
Voy pasando el feed y las cuentas que sigo: El Universal con todas sus cuentas, Excelsior, Milenio, Vice en Español, Cultura Colectiva, El Financiero, Noticieros Televisa, Reporte Índigo, Azteca Noticias, Forbes, etcétera.
Incluso periodistas, como Carlos Loret de Mola, Joaquín López-Doriga y Ricardo Alemán, entre otros.
Cuando veo una nota que me interesa, la abro.
Antes que piensen que soy un ciudadano responsable, debo aclarar que casi siempre es más por morbo que por interés informativo.
Y es que los medios mexicanos saben venderse, sobre todo en víspera de elecciones en que las notas tienen títulos llamativos sobre algún candidato “Tal-o-cual”, como este:
“Se agarran a golpes en mitin de Tal-o-cual”
Y pues, uno es sólo un hombre y quiere saber todo sobre un agarrón a golpes, sobre todo si tiene que ver con Tal-o-cual, que de un tiempo para acá se ha venido ganando mi odio.
Abro el enlace y puedo encontrar no una nota, sino una fotografía grotesca de mujeres jalonéandose con jóvenes que avientan sillas con rostros salvajes como cabecera, acompañado de unos renglones en la parte de abajo:
“Militantes del “Partido Fulano de la Democracia” sostuvieron enfrentamiento con militantes del “Partido de Tal-o-cual” el día tal del mes tal, previo a un mitin en la Delegación de Plan de Abajo. Se registraron heridos. Con información de Juan Pérez.”
Y ya, es todo.
Sin ningún tipo de información o investigación sobre la razón del conflicto, quién se defendía, quién ofendió primero, quién mandó a los agresores, qué opinó Tal-o-cual. La nota nada más cumple con lo básico: decirme el hecho, la fecha, los actores, el lugar y un poco de las consecuencias.
Esos quince segundos invertidos en mi celular mientras me lavaba los dientes fueron más que suficientes para afianzar un poquito más mi odio hacia ese salvaje de Tal-o-cual.
Y lo mejor es que nadie puede alegar falta de rigor periodístico. Aunque quieran.
Hay veces que Tal-o-cual habla de más y dice sandeces. Generalmente, el encabezado me lo informa todo: “Tal-o-cual propone a sobrino de potentado para Secretario de Seguridad” o “Acabaré con la violencia en tres años: Tal-o-cual”
A esas notas ni me meto, porque ya se yo que Tal-o-cual va por la vida balbuceando afirmaciones aleatorias al aire, sin contexto, sustento o explicación, al igual que sus potentados que sólo se le unen para hacerlo quedar mal.
Puras “ocurrencias”, como dice el ex Secretario de Educación, de quien también pude ler opinión, esa si completita, pero no directo de él, porque es un político corrupto como todos y que pena seguirlo en redes; fue a través de un twit de mi líder. Mi líder de opinión el periodista José Cárdenas, participo en todas sus encuestas.
Cuando tengo un poco más de tiempo y quiero ser un poco más culto, consulto la opinión internacional, El Universal me la informa. En el extranjero consideran que nuestro país es muy importante; por ejemplo, el otro día leí que The Economist afirmó que el candidato Juan Meyerhold, candidato del gobierno en turno, que nos tiene hartos a todos, va a ganar las elecciones. Lo replicaron en El Universal con el encabezado “Meyerhold ganará las elecciones: The Economist”.
Lo dijeron así, sin ningún contraste o análisis profundo de la situación, de la demografía, o de los otros candidatos, sin más explicación.
Si en el extranjero nos ven así, pues debe ser cierto, hay que ir apechugando, aunque no me caiga bien él.
Tengo un cuñado chairo que me dijo que en el artículo original de The Economist hablaban de que Tal-o-cual también tiene muchas posibilidades, que Meyerhold le debería temer, algo sobre el gobierno corrupto y la “maquinaria electoral” que usarían para ganar.
Esos chairos solovinos, para justificar a su mesías ven moros con tranchetes y hasta le adjudican sus dichos chairos a The Economist, como si a los extranjeros les importaran los inventos esos de “fraude electoral”.
Procuro no hablar con mi cuñado antes de desayunar.
Por ver noticias, casi siempre acabo pensando en él y hacerlo me hace enojar; para relajarme y antes de ponerme a trabajar, leo sobre el punto A, que es más conocido y placentero que el punto G en Vice o por qué sigo soltero según mi signo zodiacal, según Cultura Colectiva.
Quiero evitarme una gastritis.
Semblanza:
Mauricio Calderón es un cineasta y realizador audiovisual mexicano con estudios en actuación, montaje, dramaturgia y periodismo. Sus trabajos han sido mostrados nacional e internacionalmente y ha sido beneficiado por el IMCINE y premiado por el Festival de Cine Todos Santos, Baja California Sur.
Para él, el arte no tiene lugar si no ataca un problema humano. “Nada humano me es ajeno.” – Terencio.
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Jesús de la Cruz escribe en nombre de su amigo Mauricio Calderón en esta ocasión.
Reside en Guanajuato, es católico devoto, liberal, trabaja 12 horas diarias y tiene tres días de vacaciones al año.
Admira a Enrique Krauze, odia el populismo y sueña con ser diputado local, para ganar más dinero.
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