Ojalá te sentaras a platicar con Guanajuato. No somos Noam Chomsky, pero somos el pueblo que prendió la chispa de la independencia nacional, aquí se definió el curso de la Revolución Mexicana, y creo que de pueblo bragado a gigante de la política, Guanajuato puede hablar de tú a tú sobre convulsiones sociales, procesos y cuanto tema se te pueda ocurrir.
Que te sientes a platicar una hora con Guanajuato. No que nos mandes un secretario de no sé qué, altanero o conciliador, a calmar el gallinero. No que vengas a subirte –y a subir a otros- a un templete, donde se te aplauda y las matracas den de sí. No que vengas a decir a puerta cerrada por enésima vez que necesitas cruzar aves del paraíso, tortugas y tepocatas para obtener eso que llamas “la unidad”. Tampoco que te sientes a escuchar una ristra de quejas y justificaciones como un cura confesor.
Que te sientes a platicar con Guanajuato. O mínimo que le entregues una carta de tu puño y letra como a Francisco I, donde le dirás seguro las cosas que en público no se pueden sobre tu proyecto y el rumbo del mismo ante equis escenario. No somos el Papa, no somos Noam, pero somos Guanajuato, el estado donde además sostienes que se ha fraguado el fraude, y creo que eso nos otorga un incómodo distingo que nos permite, a diferencia de muchos en tu nomenklatura chilanga, hablarte de tú sobre lo que hoy y ahora significa ser una añeja oposición en un lugar donde es difícil y peligroso serla, brigadear y luchar desde ella.
Platicar con él, no con la gente que mandas acá cuando regresa, como para tener noticias del reino.
Sé que recorres los dos mil cuatrocientos y tantos municipios de todo el país cada año, pero hoy me pregunto si esos municipios te recorren a ti por dentro (si no es así, no sirve de nada), o si son como dijo Pacheco, un concepto inasible en realidad; hay cuarenta y seis de ellos en nuestro estado, un polvo comparado con el total, pero estoy seguro que en este polvito, más que en cualquier otro, es donde más ocasiones te hemos borrado la sonrisa en el templete. No es gratis.
El día de ayer pasó algo que creo que sabías que iba a pasar y que propiciaste, y gracias a ello hoy cientos de jóvenes activos, de Regeneración en mano y gorra bien puesta, están aprendiendo como lo hemos hecho varios, que a este Movimiento mejor ni todo el amor ni todo el dinero, y que siga ocurriendo eso es profundamente triste, Andrés, para todas y todos los que venimos del hermoso tiempo de MorenaJE.
Y si fuera tú, también lo estaría, porque vendrá un sujeto de apellido impronunciable, su gente, la del otro impresentable, y te engordarán el caldo como se debe; pero estas personas que te digo que no solamente son jóvenes, que entregan cuerpo y alma, están profundamente decepcionados y dejarán de defender y dejarán de promover, no porque no crean en el Proyecto Alternativo de Nación, sino porque tú sabes que la política requiere un desapego emocional de lagartos o una entrega apasionada, lo segundo no está funcionando y lo primero lo hemos rechazado a raudales.
Quizá digas en este momento que es parte de crecer y más en la política. Razón de más, ven, haz historia y platica con Guanajuato sobre ello.
No te digo que hables con nuestro estado para que escuches de él que no queremos a esa gente, sabemos que se ocupa, que todo sirve, que hay que sumar hasta que duela. Sino para que dialogues con este territorio cervantino, lleno de quijotes y sanchos que van por la sierra o el bajío hablando de ti y de las bondades del plan que lideras, y que cuando termine la conversación salgas como de las otras, ungido.
Cuando haya botín y peor, cuando ya no lo haya, esas personas reprochables se irán, y Guanajuato quedará, en términos de militancia y organización real, nuevamente en 2005 o más atrás, como un cascarón vacío, con nombre, gafetes, templetes, matracas, presupuesto, pero vacío ¿te suena? y eso es una pesadilla, Andrés.
Como algunos ya más taimados, asumo que este es un distractor menos y a lo que sigue, pero lo que sigue es la misma novela con cada municipio, así que volveremos a empezar a discutir lo que es legítimo, lo que es democrático, lo que es apegado a Estatuto, a interpretar para ello citas tuyas o tu última frase de moda (ahorita anda la de los puestos del mercado…), todo atravesado por un tamizaje de tres y media estructuras paralelas, unas más lelas que otras, y la verdad es que las capas de gente que has mandado como resanador no alcanzan, ni aunque la marca sea “del nacional”. Te dirán misa por cumplir, pero al final tendrán un batidero porque no hay forma de que cinco o 20 personas sustituyan solas todo un proceso democrático y además tengan la habilidad de legitimarlo.
Acepto tu pragmatismo y el de las y los que estén fraguando este camino, pero lo acepto con el mismo gesto con que terminas aceptando el precio de la gasolina, mientras miras subir los números en el dispensador de Shell. Y pongo, junto con toda tu gente de a pie, la misma cara.
Platica con Guanajuato. Dijo un colega tuyo que bien vale Francia una misa. No somos Francia, pero tenemos una torre de Babel, otra de dudas, y más de un Macron chiquito de candidato a la gubernatura ¡Uno es tuyo! ¿qué más quieres?