Ese día en el que… por Ivonne García Lemus

Para Mari y su afición por esa banda de rock

 

Ese día el desayuno fue placentero y los chilaquiles verdes quedaron a la mitad, la espuma del café se quedó en mis labios y la risa en tus ojos.

Ese día el trayecto se volvió larguísimo dado la desconocida de la ciudad.

Ese día hablamos desde lo más insignificante hasta lo más profundo.

Ese día teníamos ganas de recorrer el centro de Guadalajara en una hora y lo único que obtuvimos fue la entrada a un parque por seis pesos, las pésimas indicaciones de un tipo arrogante y unos baños hasta la madre de sucios.

Ese día esperábamos que el Diana se llenara, que el tipo de pantalones pegados nos echara una mirada cautivadora, que las chelas se mantuvieran heladas, que la voz no nos fallara, que la desesperación se te quitara y que mis ganas por mojar a los del público se me quitaban con tus regaños.

Ese día marcó nuestra amistad, nuestros sueños y nuestra propia realidad.

Ese día fue un dulce recuerdo.

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