El ex presidente Felipe Del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa Anuncia que en caso de que Manuel Gómez Morín no sea electo el Nuevo presidente del Partido Acción Nacional, fundará otro partido que "sirva para transformar a la sociedad"
Demos un poco de contexto:
Felipe Calderón no iba a ser el candidato presidencial en 2006. Cuando era secretario de energía en el gobierno de Fox, rompiendo todo protocolo panista, sin respetar procesos internos, sin apegarse al marco constitucional, se auto levantó la mano como candidato a la presidencia en un evento donde el ex gobernador de Jalisco, Ramírez Acuña, quién después sería uno de sus muchos secretarios de gobernación, le pagó la fiesta.
El presidente Vicente Fox lo regañó y le mandó decir que se apegara a las reglas y protocolos de la sucesión presidencial.
Felipe Calderón sin el menor respeto por las jerarquías y reglas internas del PAN, continuó su campaña hacia la candidatura a la presidencia a pesar de no contar siquiera con un mínimo respaldo político. Con base en traiciones, intrigas y la fragmentación del partido, Felipe Calderón logró imponerse de formas antidemocráticas como candidato del panismo.
Al iniciar la campaña constitucional por la presidencia del 2006, Calderón no contaba ni con el 20 % de la intención de voto.
Entonces contrató al estratega político español Solá, el cual inició una incesante campaña de odio y desprestigio contra López Obrador.
Para el día de las elecciones, Felipe Calderón "ganó" una cuestionada elección, donde solo un 0.53 % de la votación le dio la ventaja. Unos 400 mil votos. La elección fue impugnada y en el recuento y tras el desahogo de los juicios electorales, la distancia se redujo a 250 mil votos aproximadamente. Es decir fueron menos de 250 mil personas las que decidieron el futuro del país por los próximos 6 años.
Para ponerlo en perspectiva, en la "Encuesta pitera"* sobre el nuevo aeropuerto participaron más de 1 millones de personas, o sea, 4 veces más de los que le dieron el triunfo a Calderón.
Seis días después, en un evento en su natal Michoacán, Felipe Calderón anuncia que emprenderá una guerrera contra el narcotráfico, y sí, el mismo utilizó la expresión "guerra", pero después toda evidencia de sus declaraciones fue eliminada, ¿La razón? Sí un jefe de Estado declara una "Guerra" deberá actuar bajo las normas y protocolos establecidos por los tratados internacionales sobre conflictos bélicos. Situación que evidentemente no convenía al ex presidente, ya que su guerra contra el narco era violatoria de cuanto derecho humano se pusiera delante y cuánto marco jurídico se interpusiera.
A pesar de que en campaña, Felipe Calderón nunca planteó que su gobierno se centraría en el combate al narcotráfico, su gobierno no es recordado por alguna otra circunstancia que no fuera la escalada de violencia en el país. Después de 6 años, su política antidrogas ha dejado más de 200 mil muertos 40 mil desaparecidos, y, Dicho sea de paso, en su administración, 2 secretarios de gobernación murieron en extrañas circunstancias, y la represión política se volvió una constante.
Casi todos los "golpes" al narco que dio su administración, después se convirtieron en pifias del gobierno.
Uno de estos espisodios fue el célebre "Michoacanazo" donde se detuvo a un importante número de alcaldes del estado de Michoacán acusados de estar al servicio de carteles de la droga y fueron presentados ante los medios con camisas amarillas y reiterando su filiación al partido de la revolución democrática.
No sólo acosó a sus adversarios políticos, también lo hizo contra medios de comunicación críticos de su administración. En distintos decomisos y cateos, se presentaban ejemplares de la revista Proceso junto a drogas y armas como evidencia del crimen. No es broma, en su administración era peligroso encontrar un retén militar y traer una revista Proceso o algún periódico que hablara sobre la guerra del narcotráfico.
Al término de su administración, Felipe Calderón dejó un país desbordado por la violencia y con una cuestionable estabilidad económica.
Para la sucesión presidencial del 2012, la candidata del partido acción nacional, fue la colaboradora de Felipe Calderón, Josefina Vázquez Mota, una política gris, sin carisma y sin arrastre popular. Cómo era de esperarse, el PAN perdió esas elecciones.
Para el 2018, Felipe Calderón intentó imponer a su esposa como la abanderada de Acción Nacional, pero se topó con Ricardo Anaya. Un joven político experto en intrigas y traiciones políticas, bastante hábil para los pactos en la opacidad y el lavado de dinero. Un político muy colmilludo para la mezquindad política, pero muy torpe para hacer verdadera política.
El resultado de ese choque fue la fragmentación del PAN y la lamentable candidatura independiente de Margarita Zavala.
Ese es sólo un pequeño recuento de los odios y polarizaciones que ha dejado el ex presidente Felipe Calderón a lo largo de su vida política. Hoy vuelve a intentar incidir en la vida política amenazando a sus ex compañeros con que si no gana su candidato, él formará otro partido.
El hombre que más violencia, odio y división ha generado en la historia del México contemporáneo, una vez más intenta seguir "transformando a la sociedad"
La diversidad política debe existir en toda democracia, y ojalá todos los que desean participar en la vida pública de país, lo hagan de manera informada, consciente y con la convicción de realmente generar un cambio en la vida política y no sólo motivados por una ambición personal o de grupo.
Quizá haya gente que de manera bien intencionada busque sumarse a la creación de un nuevo partido, pero la creación de un nuevo partido convocado por un personaje como Felipe Calderón, no puede significar otra cosa que odio, división, violencia y represión.
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