Hace unos días escuché a un crítico de cine destruir, literalmente, la nueva película de los estudios Disney Mary Poppins Returns, estableciendo su gran inocencia y poca espectacularidad. Honestamente no la he visto, pero he preguntado a los que la han visto y les resultó divertida, disfrutable y nostálgica.
La actuación de James Mcavoy en Split y en Glass es sensacional; merece una mención especial. No con esto quiero decir que ambas películas sean las mejores del mundo, pero tienen su sabor y su encanto. A mi me gustaron mucho las dos (no soy el único), aunque sabemos que los críticos nunca le perdonarán a M. Night Shyalaman ser… bueno, ser él.
Premiar y ponderar fervientemente películas como Black Panther y Roma, ha llevado muchos a pensar que las premiaciones están más preocupadas por el antirracismo y por eso están donde están…
Honestamente, todo lo anterior me preocupa un mucho, ya que la esencia del cine se está perdiendo: el entretener a la audiencia. He estado pensando cuál va a ser nuestra herencia para las próximas generaciones y lamentablemente pienso que lo que haremos será dejar un mundo donde la crítica destructiva, el señalar los errores, el jugar guerras sucias para lograr nuestros objetivos y el permitirnos destruir todo lo que esté en contra de nuestro criterio confundido como respeto sea lo que les toque vivir. Hay cosas buenas en el mundo, pero las malas van ganando mucho terreno.
Antes de ver Mortal Engines tuve el mal tino de leer algunas críticas. Realmente la destrozaban: Que faltaba profundidad en los personajes. Que la historia no tiene ni pies ni cabeza. Que el director Christian Rivers debería seguir a cargo del departamento de arte y efectos especiales (películas como el Hobbit, El señor de los anillos y King Kong lo avalan en este rubro) o que la historia de Philip Reeve era demasiado compleja para plasmarla en dos horas de película y que se perdía el maravilloso mundo post-apocalíptico que plantea en el libro…
Uno de los principios de vida que tengo es intentar llegar lo más “en blanco” que se pueda al ver una película. Lamentablemente no lo hice, como lo explico anteriormente. Y comencé a ver Mortal Engines con todas las ganas de que noi me gustara y de que sería un fiasco.
Debo confesar que desde el principio me enganchó. Te avientan desde un principio a una acción bastante bien realizada con la presentación de los personajes principales. Hugo Weaving (el agente Smith de Matrix y el protagonista de la máscara en Vendetta) aparece en la gran máquina-ciudad de Londres persiguiendo una pequeña ciudad que utiliza para poder seguir viva en este mundo de ciudades móviles. Hera Hilmar, a cargo del personaje de Hester Shaw se ve deslumbrante, esperando el momento para… bueno, para hacer de su personaje bien desarrollado. Los demás actores que aparecen en toda la película son bien llevados en la acción y a ninguno le sobra o le falta decir lo que tiene que decir. Y así sería mi crítica básica.
Podría contar los buenos momentos de acción y los excelentes y refinados efectos especiales que tiene. O la buena proyección del director al saltar de momento a momento en la película correctamente… incluso hablar de lo entrañable que resulta Shrike siendo el enlace entre el mundo pasado y este futuro alternativo. Pero en realidad lo que quiero decir, con todas sus letras, es que Mortal Engines es una película entretenida y que, siendo una aventura fantástica, debe verse como lo que es… una película que nos va a entretener durante más de dos horas.
Y como lo comentaba anteriormente, cuando vi esta película me pasó exactamente lo mismo que cuando vi Aquaman: contaminado hasta el acabose por críticas, reseñas, revistas, comentarios y recomendaciones, se me olvidó disfrutarla; busqué más aciertos y errores que lo que me interesaba más: que mi dinero valiera la pena y divertirme, disfrutar y ser feliz siendo un espectador más.
¿Qué si recomiendo Mortal Engines? Con todo gusto quiero decir que si. Que se la recomiendo a toda persona que quiera un rato agradable y que, sin que piensen más allá de todas las cosas terribles que pueden decir los grandes críticos de la película, es una gran aventura épica… aunque no espero la segunda parte con ferviente pasión.