Mis abuelos no eran revolucionarios
ni refugiados españoles
ni soy hijo de artistas ni intelectuales ni extranjeros
ni de sesentayochistas
ni vengo de la metrópoli
ni he viajado a Asia para hacer un poemario
que trascienda las más gris y pinche realidad pequeñoburguesa de departamento de siete por seis con un baño que por las noches derrama mierda inevitablemente
yo no tengo a quien cobrarle mis muertos
ni debo a partido alguno mis publicaciones
ni me gusta hacer proselitismo cultural
ni estudié en el Madrid
ni el posgrado en Francia
yo no he ganado premios internacionales con el nombre de un poeta muerto
ni repito a Vargas Llosa ni leo Letras Libres
ni le daría la mano al presidente
ni tengo un agente literario
ni me paso el tiempo hablando de la de-construcción posmoderna de la experiencia de la otredad como constante trans-subjetivizadora de la poética contemporánea
ni tengo hueso ni pertenezco al sindicato
ni tengo poética propia que reduzca el arte a otra cosa más cómoda
ni soy un lumpen ni un malandro
por eso nadie tiene interés en publicarme
y descubro
que hay una línea interminable de culos que lamer
y que ninguna editorial quiere tener nada que ver con estas letras
que ya ni los poetas leen poesía
y que en general la vida de escritor es tan ingrata
que más me hubiera valido ser abogado o político
dedicarme a las cosas y al dinero
y olvidarme de este impulso del espíritu
¿pero qué puedo hacer si solo sé
esta mampostería de las palabras
este oficio que trato de ejercer
de la manera más sincera?
yo me dedico a ser
soy escribiendo
y diario me levanto a arar el verso
con palabras apretadas en la garganta
y existo porque insisto y me resisto
porque aunque no quiero
ser adalid ni campeón
proxeneta ni estraperlista ni especulador
ni especialista de escuela
ni devoto
ni estudiante
ni guarura de editor ni de autor viejo
quiero decir que soy poeta
contra todos los obstáculos soy poeta
contra el silencio contra la indiferencia soy poeta
y ahí les voy.