Yo era feliz por Aritzelt BM

Yo era feliz, mi sonrisa reflejaba mi alma,

era un momento tan especial, no necesitaba nada,

 o tal vez lo necesitaba todo, no lo sé,         

porque en medio de tanta dicha te vi.

Creía hermosa la vida hasta que noté tu mirada,

después supe que tu belleza todo lo superaba,

tus palabras cálidas entraron en mi mente

y en un suspiro desapareció toda la gente.

Sólo quería estar a tu lado, fui tu sombra,

no te era indiferente, no estaba equivocado,

esos ojos cual maravillosos diamantes

me daban razones para estar ilusionado.

 

Fuiste mis horas y mis días,

 sólo tú y yo en aquella ciudad,

entre magia y arte tú me conocías,

perdí la idea, ¿fue sueño o realidad?

No podía arriesgarme, si era un sueño,

tenía que actuar antes de despertar,

 así que puse en tus manos mis anhelos,

cuidadosamente, mis sentimientos de cristal.

Mi vida dependía de tu respuesta,

supe esperar, siendo mi guitarra testigo de la agonía.

Los días pasaban, sólo quería que fueras honesta,

que lo dijeras de una vez, mi dolor o mi alegría.

Dejaste que un “te quiero” saliera de tu boca,

 tantas noches, tantos desvelos,

a ti dediqué tantas notas

y callé.

 

No era un silencio de miedo,

ni siquiera uno de sorpresa,

no entendía que era cierto

lo que pasó tantas veces por mi cabeza.

Mi sonrisa se transformó,

el rosa no describía el color de mi mundo,

gracias por lograr lo que mi ser sintió,

 algo enorme, puro y profundo.

 Pero al igual que en las tormentas,

 después de mi euforia vino la calma

las noches volvieron a ser eternas

y de nuevo lloró mi alma.

¿Acaso jugabas conmigo?,

¿por qué dejaste que te amara tanto?,

es peor que el más terrible castigo,

 por la noche oscura solo iba vagando.

Mi sufrir lo conoce mi almohada,

 mi música y mis amigos…

¡Y se lo grité al mundo entero!,

pero nadie lo ha comprendido.

En realidad ni siquiera yo lo entiendo,

veo tus ojos a cada momento,

me enamoro más,

 llorando por dentro.

Yo era feliz, sólo conmigo,

hasta te hice mi luna,

tan inalcanzable brillo, tú,

¿eres desgracia o eres fortuna?

Pero el amor por mí debe ser más grande,

el tiempo ha ayudado a mi corazón,

para coser los pedazos nunca es tarde

y volver a unir el alma a la razón.

Hoy sé que yo no era feliz,

no puedes serlo sin haber sufrido,

 mi mundo oscuro cambia de matiz,

mi sonrisa ha resurgido.

Mis lágrimas he secado

y quiero agradecerte

porque aún no deja de dolerme

pero una lección me has dado.

Ahora comienzo a ser feliz realmente,

conocí mi capacidad de amar,

estaba escrito en el destino conocerte

y escrito está volver a empezar.

Qué ironía de la vida,

mi caída, mi pesar, tuve que verlo,

para saber que yo no era feliz

y comenzar a serlo.

Historia Anterior

El sol y la muerte de Gonzalo Rojas

Siguiente Historia

RESEÑA DE ENSAYO Y ERROR DE ALEQS GARRIGÓZ por Aarón Álvarez