Camino con rumbo indefinido
por las calles de la vida.
con el aspecto desalmado,
sin sosiego rocas pateando
y los sentimientos desaliñados.
Siempre doy con todo,
jamás conmigo.
Mi cuerpo,
sueños entrañados;
mi pensamiento,
lógica que no entiendo;
mi ritmo,
confuso algoritmo.
Ando por las calles de la vida
y no sé qué es la calle,
tampoco la vida,
sólo sé que debo huir del dolor,
abrazarme al placer
y pensar cuanto pueda aparecer;
para ser uno en mi cuerpo
y detener la fuga
del alma sometida
a la vida consciente
de esta cruz que es mi ser.