“Era casi de mañana, me dijiste hasta luego
te marchaste lentamente convirtiéndote en recuerdo.”
-Piel de azúcar
Durante el fin de semana, volvimos a recibir otra noticia importante en el mundo de la música, José Rómulo Sosa Ortiz mejor conocido como José José había muerto.
José José fue un cantante que fue conocido por sus desgarradoras e increíbles interpretaciones de canciones de amor, no olvidemos la composición de Roberto Cantoral “El triste”, en el OTI en 1970, una canción covereada por muchos pero igualada por ninguno.
No hace tanto tiempo que murió Camilo Sesto, otro cantante favorito en la década de los 70’s, y que en días pasados circulara una mítica y espectacular fotografía acompañado del amado Juan Gabriel, de la española más mexicana, Rocío Dúrcal y José José, el príncipe de la canción, los tres primeros habían fallecido y ahora era turno del príncipe.
La música de José José ha transcendido de generación en generación, ya sea por nuestros padres, por formar parte de bandas sonoras de películas como fue en la multipremiada Roma o por tributos de bandas y cantantes del nuevo milenio, recordemos a Café Tacvba en su primer MTV unplugged que interpretó “Una Mañana” uno de los éxitos del príncipe y también como lo es el caso de “Mi Vida” quien José José lanzará en su álbum del mismo nombre en 1982 y que 31 años después fue interpretada por la banda DLD, un cover que hasta la fecha, es una de sus canciones con más reproducciones en diferentes plataformas digitales y que se a convertido en un imprescindible en el set list de cada concierto de la agrupación mexiquense.
Hace años, José José visitó mi ciudad en compañía de la cantante regia Dulce, en una gira del recuerdo y que obviamente fui en acompañando a mi mamá, jamás había asistido a un concierto donde el público no dejara escuchar al cantante porque prácticamente gritaban de la emoción sus canciones y que recibieran al príncipe con un llorando y aplaudiendo por 5 minutos y que a la par de eso, todos los espectadores se levantaran de sus asientos. Eso me hace ver la calidad de su relación que tenia con el público, un público compuesto por todo tipo de edades, desde jóvenes que cursaban la preparatoria o bachillerato hasta personas de la tercera edad. Sin duda alguna fue uno de los conciertos más emotivos.
El reinado del príncipe de la canción ha terminado, pero su legado seguirá vivo por la eternidad, ya sea porque estemos como un volcán apagado, porque seamos palomas, que estemos abordo en la nave del olvido o ya sea cuando estaremos aplaudiendo por el amor que a nosotros ha llegado.