“El conformismo hasta el despertar decidido”, me repetí ante la sorpresa de poder describir un concepto tan complejo con tan pocas palabras. Fui desmenuzando la frase, mientras gigantes dormidos de diferentes edades, géneros y circunstancias aparecían ante mí dibujados en otros lienzos. Todos ausentes, plácidos, con los ojos decididamente cerrados como si la inercia conformista de todos los que habitamos la tierra se pudiera ir sumando en un solo gigante dormido. Al respecto, Joel Corrales ha dicho: “Hace muchos años soñé que despertaba y que me encontraba en un mundo donde todos los demás dormían. Entonces tiré fotos de mi ciudad y sus habitantes con el fin de buscar la manera de unir paisajes y personajes. Cuando uní las imágenes comencé a fantasear en personajes gigantes e imponentes que representaran la inercia dormida de la humanidad ausente, abúlica, carente de voluntad, porque a pesar de su grandeza mis gigantes son endebles, vulnerables y débiles; viven en una gran soledad. Cada gigante representa una multitud en sí mismo, es la inercia sumada de todos los que habitamos la tierra”.
Paisajes de ciudad, de campo, y luego de mar y después de selva. Todos con la misma denuncia, revelando el conformismo de los que aquí habitamos, huidos todos en un largo sueño. Gigantes humanos que se rinden ante la realidad y emigran, por decisión propia, a un mundo onírico. “Para mí el conformismo es aceptar lo inaceptable, someter sin reclamar. Mi fin último es lograr que el espectador se cuestione a sí mismo si está o no despierto. Así represento mi frustración de vivir en una sociedad dormida”, afirma Corrales. Su obra aturde por el reflejo que alcanza en quien la contempla; le hace ver que acaso esté dormido ante un mundo que inevitablemente se está derrumbando. “Posiblemente yo soy también un gigante”, ha expresado el propio artista.
EL PINTOR Y EL GALERISTA
Norman Bardavid, propietario de la galería 10/10, viajó a La Habana hace doce años y encontró, en las llamadas “ferias de arte”, a jóvenes artistas que formarían parte de su proyecto Revelación. “Desde el primer ‘dormido’ que Joel Corrales me mostró tuve el enorme deseo de despertar”, confiesa Norman Bardavid. “Entendí que la humanidad tiene la posibilidad individual y colectiva a conformarse y me sentí parte de una sociedad con una gran dificultad de buscar el cambio. Con una técnica realista que muestra un gran virtuosismo, Joel Corrales hace una crítica social desde Cuba, porque entre sus gigantes dormidos podemos reconocer que la inercia es más poderosa que la voluntad y que vivimos en un mundo que tiene la espiritualidad mutilada, la sexualidad dormida, la salud institucional enferma ignorando el desastre. Joel Corrales denuncia que el reto está en ser parte de la transformación, en el despertar de cada uno de nosotros para que juntos vayamos despiertos hacia un nuevo estado de consciencia”.
Por su parte, Joel Corrales ha dicho sobre el galerista mexicano: “Norman Bardavid es el cimiento de mi trabajo. Detonó en mí la potencialidad incitándome a pintar mi propio Guernica”.
La muestra “Morfología social. El conformismo hasta el despertar decidido” será inaugurada el próximo 18 de octubre en la Galeria Azul Añil; exposición que forma parte del programa del Circuito de Exposiciones del Proyecto Barrio Cultural.