Lamento por Humberto C.

Te quiero ofrecer una disculpa. 

Tú no tienes la culpa de todo lo que siento por ti y mucho menos de lo malo que soy para transmitir mi amor y el afecto que te tengo. 

Es sólo que he perdido tanto que no quise perderte a ti, pensando que te tenía cuando desde siempre fuiste un alma libre.

 

Lamento haber sostenido con tanta fuerza este hilo que nos unía, pues aún con las manos sangrando no quería soltarlo.

Lamento poner respuestas a las preguntas que sólo tú debiste contestar y lamento quedarme callado cuando a gritos debí haberte hecho saber cuánto te amo.

 

Lamento haberme llenado de ira cuando llegó el silencio y lamento que fuera la ira la única visible cuando de nuevo tuve la oportunidad de mostrarte mi corazón desnudo.

Lamento haber llegado tan tarde o tan temprano al reino de tus ojos, al valle de tus risas, al monte de tus cosquillas, al paraíso de tus orgasmos.

 

Lamento haberte conocido con tan poco espacio, con tan poco tiempo y con tan débil alma. Nunca debí pretender capturar tu alma, tu esencia, tu atención; y en la libertad que siempre has tenido espero en el fondo de mi alma que devuelvas tu vuelo hacia mí y te enamores con toda la pasión que nos debemos y nos quitaron a base de promesas, adioses y besos vacíos.

 

 

Historia Anterior

Trafalgar por Alberto Rodríguez

Siguiente Historia

Cómo escribí una historia por Erik Sandoval