El fuerte olor de tu vagina me llama
por mi nombre y apellido;
me conoce bien y sabe que no me niego a lo podrido.
Ya en otras ocasiones he comido de la basura.
Ya en otras ocasiones he vomitado para seguir bebiendo
thinner o gasolina:
qué importa si me envenena;
yo nací podrido desde más adentro.
Besaría tus pies llenos de mierda.
No reto tu autoridad.
Es menester de obsesión el cumplir tus deseos,
incluso aquellos que encuentras abyectos.