AGOSTO, 1968 de W. H. Auden (Versión de Aleqs Garrigóz)

El Ogro hace lo que los ogros pueden:
hazañas tan imposibles para el Hombre.
Pero una gratificación está más allá de su alcance.
El Ogro no puede dominar el Discurso.

Sobre una planicie subyugada,
entre sus desesperados y muertos,
el Ogro acecha con manos en la cintura,
mientras la estupidez chorrea de sus labios.

 

Historia Anterior

EL MENESTER por Armando

Siguiente Historia

Homenaje a la nostalgia por Rebeca Lsp