¿Estudiantes indiferentes? ¿Dónde? por Moisés Campos

El día de hoy, se dio una lección memorable a nuestras autoridades, donde se dio a notar una soberbia social al no entablar dialogo entre las autoridades universitarias y políticas de los dos ordenes de gobierno del estado de Guanajuato.

El gran ausente en la mesa fue el fiscal carnal Zaparripa, quien mando el recado con el gobernador argumentando que por una diligencia no podía asistir, en medios nacionales se corrió la noticias de que uno de los sospechosos de Daniela N, se había puesto a disposición del organismo de justicia.

Los estudiantes, en su pliego petitorio había manifestado la idea de entablar dialogo ordenado solo estando presente las 4 autoridades de gobierno, sin embargo, ante la ausencia del fiscal Carlos Zamarripa orillaron a los estudiantes a levantarse de la mesa debido a que no se cumplía las condiciones de inicio.

Esto es un acto de soberbia social donde literalmente simboliza cuestiones que es digno de aplaudirse, primero se da a entender que con los estudiantes no se juega, en segundo que su indiferencia es pequeña comparado con la indiferencia social.

El caso de Daniela N, es solo la punta de iceberg, la poca comunicación y reconocimiento del rector con su comunidad universitaria, que vive en constante peligro por el sinfín de sucesos delictivos que se han cometido en inmediaciones de la universidad. La protección a una imagen de éxito por parte del gobernador y sobre todo los casos de acoso sexual que se viven en el interior de la universidad, son solo uno de los casos que ensalzan este gran coctel de acontecimientos en el que vivimos en este momento.

Hoy en un recorrido después de está muestra de civilidad social de los estudiantes, el rector visitó el plantón que se mantiene en edificio central se detuvo unos momentos para leer cada una de las peticiones que le tenían, al pasar por el punto que sostienen el auditorio general hizo una declaración a que mi parecer fue las más sinceras que hasta el momento le reconozco, con casi lagrimas en los ojos dijo que se sentía orgulloso por la muestra de civilidad de la comunidad estudiantil. 

Este recorrido lo hizo con sus allegados muy cercanos, pero faltaron sus asesores que a todas luces también son culpables de cada uno de los errores que Luis Felipe Guerrero cometió y que desemboco en esto. Se espere que en las próximas horas se unan más manifestaciones, y que se amplíen las peticiones del pliego petitorio.

La civilidad que nos identifica como universitarios es la bandera de exigencias a una petición a unisonó de toda la sociedad ¡queremos vivir en paz!

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