Tengo miedo porque cuando tenía ocho años, mientras jugaba con una amiguita afuera de la estética de mi mamá, un tipo nos enseñó el pene y se masturbó frente a nosotras. A los 15 un compañero de la escuela me tomó una foto por debajo de la falda. A los 21 un desconocido me siguió tres cuadras.
Tengo miedo porque me han tocado tantas veces en bares y antros que en algún momento dejé de prestarle atención, porque si lo hacía y me enojaba tenía que responder a la pregunta “¿qué hiciste para que te tocaran?”
Tengo miedo porque creyendo que estaba a salvo con mi mejor amigo decidí tomar y cuando estuve inconsciente me grabó mientras me desnudaba, aún sigo sin saber qué más.
Tengo miedo porque mi novio de años creyó que yo obviamente quería sexo mientras dormía y desperté a mitad de la noche con él penetrandome, pero cuando le pedí que parara me tapo la boca y continuó hasta que terminó, cosa que hizo más de una vez.
Tengo miedo por aquella noche que acepté que alguien me llevara a mi casa y casi me viola en el carro, porque al escapar de ahí olvidé mi bolso y al día siguiente muchos decían que yo había consensuado al aceptar el aventón.
Tengo miedo por todas las cosas que no puedo explicar aquí, que aún me hacen sentir pena, dolor y una vergüenza impuesta por todos los que jamás me creyeron, que jamás se tomaron la molestia de cuestionar a su amigo el golpeador.
Tengo miedo porque llevo una vida de tener que cuidarme y escuchar que si salgo, tomo, estoy entre hombres y algo me pasa, es mi culpa.
Tengo miedo porque tengo primitas, niñas a las que he cuidado desde bebés, y todos los días pido que jamás tengan que decir que a ellas también les pasó algo.
Tengo miedo porque tengo 26 años y si un día no aparezco me van a juzgar, y mi mamá tendrá que escuchar todo mi historial sexual mientras le dicen que me lo busqué. Mi novio pedirá ayuda para encontrarme y la gente le dirá que seguro me fui con otro. Mi familia entera recibirá las fotos que subí a Instagram o que en algún momento le mandé a una pareja sexual, seguidas del “Seguro ella lo provocó”.
Tengo miedo porque si mis hermanas feministas reclaman justicia para mí, un montón de morbosos circulará mi información privada, mis fotos e historia para poder satisfacer sus perversas fantasías.
Tengo miedo porque pasaré a formar un número más en las estadísticas, una mancha pequeñita en este país que no te busca si no tienes el historial en blanco.
Tengo miedo porque soy mujer y si aparezco, lastimada, mutilada y violada pero respirando, tendré que agradecer cada día por haber vuelto a casa.
“NO NACÍ MUJER PARA MORIR POR SERLO”
Foto por IG @robinruelas