Me he sentado al filo de la silla contemplando tu ausencia.
He perdido la cuenta de las lágrimas derrochadas, las noches perdidas
y las sonrisas, noticias que no presenciamos.
Me he sentado esperando esperarte, buscando una respuesta perdida en
el agujero negro que se ríe de nuestro hilo cortado.
Estoy aquí sin estar, abrazando tu esquelética soledad y duele.
Me he perdido el viaje a Sevilla, el drama del abordaje,
la tempestad de las aduanas, el dolor de cabeza durante el aterrizaje.
Me perdí tantas cosas al perderte, te perdiste tanto abordando y no sé
como abordar nuestra ausencia.
Me he sentado al filo de la silla, esperando comprender
como después de los minutos, kilómetros y errores aún dueles.
No tienes respuestas y yo me olvidé de escribir las preguntas.