El diseño y los materiales es lo básico para iniciar una casa pasiva que reduzca el gasto energético hasta en un 85% para calentar o enfriar su interior, sin embargo, para no depender de fuentes de energía externas para las actividades del hogar hay tanto investigaciones y logros para generar energía en casa, como adaptaciones de nuestra línea blanca del hogar para volverlos mecánicos y no dependientes de energía eléctrica.
En esta ocasión, hablaremos de los artefactos en investigación o ya desarrollados para producir energía en casa y llevar el ahorro de energía al máximo.
¿Por qué pensar en producir energía en nuestro hogar?
Los gobiernos de todo el mundo siguen obsesionados con los mega proyectos, y no sólo los gobiernos en realidad hay muchas personas que siguen fascinadas con lo grandote. Entre la economía de las primeras civilizaciones y las mega construcciones de su época como las pirámides, por ejemplo, la mayoría quedaría fascinado por éstas, dada la naturaleza etérea de lo que hizo posible tales proyectos: el conocimiento económico es intangible y por lo general pasado por alto cuando se busca el desarrollo social.
Ahorrar, ahorrar, ahorrar es la máxima que nos deja cada crisis. Contrario al ahorro, las grandes represas, granjas eólicas y otros proyectos para producir energía buscan satisfacer una demanda en constante crecimiento y contribuir a su expansión. Aunada al costo (no sólo económico) que tiene crear estas moles de civilidad, la producción de energía conlleva pérdidas importantes en su transporte y la irresponsabilidad en el consumidor final.
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Hoy en día grandes grupos humanos por todo el mundo aquejan la destrucción de zonas naturales o el saqueo de materias primas en diferentes regiones del globo terráqueo, sobre todo en países subdesarrollados como el nuestro, a pesar (o precisamente por ello) de que los grandes capitales buscan hacer negocio al satisfacer una demanda sin rostro pero popular. Mientras tanto los gobernantes y legisladores entregan los bienes nacionales al interés personal de unos pocos.
Los megaproyectos dejan mega ganancias, pero sólo para quienes reparten el botín, al tiempo que ponen en riesgo la vida misma. La producción doméstica de energía reduciría la devastación de la naturaleza, crearía una consciencia del ahorro energético y apoyaría pequeños capitales interesados en comercializar sistemas familiares de producción de electricidad. Habría que recuperar cuánto ahorro se ha generado a la fecha en energía con los calentadores solares para el aseo diario, pero aún falta mucho por lograr.
Nicho energético
Si bien tanto la Secretaría de Energía como la Comisión Federal de Electricidad tienen en sus lineamientos impulsar tecnologías para conseguir el ahorro energético, en realidad ninguna de las dos lleva a cabo acciones concretas para dicho fin. El mercado de la energía no se toca en este país porque es un buen negocio que sigue dejando ganancias considerables al gobierno (o al menos a quienes a se encargan de dirigirlo).
Sin embargo, los organismos internacionales a los que está suscrita nuestra nación no tardarán en orillar a los gobiernos municipales, estatales y federal a realizar operaciones específicas para reducir el impacto ambiental. Bajo estas circunstancias, aquellos pequeños y medianos capitales que busquen una inversión segura podrán encontrar varios sistemas domésticos para su comercialización. Quien tenga la visión para revisar los productos ahora podría hasta ahorrar gastos posteriores al invertir en alguna patente en desarrollo o en alguna opción ya lista para el mercado. Aquí sólo anotaremos algunas opciones relevantes por la fascinación que su novedad que pueda causar.
Artefactos
Las fuentes de energía son varias y los productos para generarla son un espectro amplio al día de hoy.
Telpacates electrógenos. El consumo exterior como el perreo hasta el suelo; la fiebre del sábado por la noche ahora podría durar toda la semana para iluminar el hogar con un mosaico que produce energía con los pasos de las personas durante su desplazamiento. La creación que ya ilumina un estadio es propiedad de Pavengen.
Turborehilete. La energía eólica adquirió tamaño familiar y se ha adaptado a diferentes sistemas y comercializadores para producir la energía de manera local. Podrás bajar tu recibo de luz con esta adaptación de lo monstruoso a lo hogareño.
¡Viva el sol, cab&$#%! Una energía “muy mexicana” por su constante presencia pero que vive ignorada por la mayoría de los citadinos es la energía que nos regala la estrella de nuestro vecindario. ‘Sol y playa’ es el destino más vendido en nuestro país porque tenemos más de 300 días de sol puro y duro en esta región del planeta, pero “no es negocio” para la CFE en las grandes urbes aunque sí en las comunidades. Si tú eres un miserable citadino que nada sabe de la vida, probablemente ignores que en los lugares más remotos (como el 85% de nuestro territorio) a la ciudad es común recurrir a sistemas solares para obtener energía eléctrica.
Jacal steampunk. Busca darle a su casa un toque distópico de finales de la revolución industrial, acérquese a ver los equipos que aprovechan el vapor de calentadores solares de agua para generar energía para su humilde pero jamás sencilla casa de interés social. Aproveche el calor generado del agua caliente que no llega a ocupar durante el día.
¡Energía de mierda! Uno de los focos de interés en la ecología urbana es el tratamiento de aguas negras. La cultura antiséptica norteamericana ha contribuido a una fobia a nuestros propios heces; sin embargo, actualmente la agroindustria ha implementado diversos procesos para sacar provecho de los residuos de las granjas animales y varias tentativas independientes se han centrado en usar los gases producidos por nuestros desechos como combustible.
Hogar y planeta
La diversidad será siempre la respuesta a nuestros problemas sociales. Un hogar que integre la producción de energía de diversas fuentes es posible que termine produciendo más energía que la que pueda gastar durante el día sin importar la cantidad de habitantes que tenga. El único inconveniente que tienen estos artefactos es que el costo de inversión es alto; sin embargo ahorra a sus usuarios un ahorro a largo plazo en su vida diaria.
Como puede verse; los productos para producir energía desde el hogar son abundantes, lo que falta en una nueva iniciativa privada atraída por producir bienestar con este negocio y no interesada en obtener ganancias fáciles a costa de sobornos y compraventa de derechos humanos, animales y de la tierra, y gobernantes prestos a ceder éstos por su propio beneficio.
Es vergonzosa la obsesión del gobierno federal, al que defensores y opositores tachan de izquierda, por promover energías obsoletas como el diésel y el carbón en un megaproyecto que pone en riesgo una zona natural de semejante envergadura.