Banksy: El fraude antisistema por Beto Estrada

 

Dudaba en titular como lo hice la columna, o simplemente ponerle Banksy, el artista revolucionario para pendejos, no vale la pena entrar en la biografía de este supuesto artista anónimo, pero podríamos decir que su fama es millenial; mire en la época del premio a la participación, de las medallas o diplomas por respirar, hemos llegado al límite donde un oxxo con etiquetas “intervenidas” o una vitrina con colillas de cigarros, son grandes obras de arte.

Es aquí donde el supuesto antisistema Banksy ha ganado un lugar en la cultura pop capitalista, fingiendo combatir al sistema, político, económico, artístico, como fingen ser anti establishment los votantes de Trump, de López Obrador o recientemente por Bolsonaro en Brasil, cambios o revoluciones no claras, contradictorias y muchas veces sin sentido.

Vale la pena mencionar que el “arte” de Banksy es muy sencillo, muy simple se basa en intervenir iconos de la cultura pop, ponerles un poco de sangre, un poco de violencia, un poco de ratas y listo, arte contestatario.

Este supuesto grafitero supuestamente activo desde principios de los noventas, debe su fama a los dos miles y a partir de ahí, sus grandes intervenciones, han ido alcanzando cada vez un mayor grado de mercantilismo y utilitarismo, sobretodo esta década del esplendor millenial ha ido encumbrando al sujeto sin rostro, al guy fawkes del arte, ya a principios de la década hacía su aparición triunfal en un intro de los simpsons, donde supuestamente criticaba a la compañía y su elaboración de la serie, pero a cambio le regalaba altos números de visualizaciones.

Durante los años posteriores sus obras “aparecían” misteriosamente en distintas ciudades, esténciles sumamente elaborados, de gran tamaño, eran logrados sin que ninguna autoridad lo impidiese, extrañamente sin quedar incompletos, ya en el 2015 perdió la cordura al inaugurar su parque de diversiones “Dismaland” su parodia de Disneylandia que dejó 27,6 millones de euros en beneficios en las cinco semanas que estuvo abierto, menudo antisistema.

El año pasado inauguró el hotel amurallado, si un anónimo artista antisistema, abrió un hotel en palestina, un hotel cuyas habitaciones van de los 5000 pesos por noche, hasta los casi 20 mil pesos de la suite presidencial, sí, el antisistema, hace distinción de clases, jajaja farsante; pero donde sí se ha volado la barda, ha sido en su farsa de la semana pasada, su performance del inspector gadget, insulta a la inteligencia de cualquiera, vamos por partes la obra fue supuestamente creada en 2006 es una reproducción de un esténcil plasmado en alguna pared, la obra tenía 12 años de haber sido enmarcada, ya que supuestamente fue Él quien fabricó el marco, si vió usted video, lo primero es que no hay cables, el cuadro estuvo 12 años con las mismas baterías que no es descargaron, no se estropearon, esperando el martillazo de la subasta, por Dios.

Extrañamente la obra no se destruyó por completo, con esas super baterías pudo haberse incinerado, eso si hubiera sido una burla al comprador, apenas se rasgó la mitad en grandes trozos, haciendo que ni siquiera se desprendiera del marco, ahora la obra vale el doble, el comprador es anónimo, extrañamente había cámaras listas para grabar las reacciones de los asistentes a la subasta, es importante mencionar que no es la primera vez que alguna obra de Banksy se vendió en Sotheby’s, ya en el pasado la casa de subastas había vendido una colección de “negativos” de sus grafitis en decenas de miles de dólares…

¿No le parece extraño?

Todo lo que hace Banksy es publicidad, hace graffitis para poder vender sus obras, hace performance para que los medios ávidos de sus estupideces, le den cobertura, para que siempre se hable de él y después poder vender estratosfericamente sus obras en galerías o en la web, o nunca se han preguntado ¿Porque si este sujeto es anónimo, gusta de firmar sus obras, subiendolas a su web o a su perfil VERIFICADO en instagram?, Banksy es una máquina de hacer dinero, nadie lo puede negar, activista no, antisistema menos.

 

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