David fue secuestrado en el primer asalto al anexo ubicado en la calle San Juan de Retana en la colonia Los Reyes en diciembre de 2019 en la ciudad de Irapuato, Gto. Un convoy con varias personas armadas extrajo a 23 personas del anexo, de acuerdo con declaraciones oficiales, este asalto se debió a un ajuste de cuentas de los dos carteles que se disputan el control de la plaza.
Durante los primeros días del mes de diciembre liberaron a 13 personas, se tenía poca información de las personas y se declaraban como desaparecidas. En ese momento, y pese a que las denuncias de sus familiares ya estaban en trámite, David no aparecía por ningún lado. Su familia acudió para depositar material genético; el papá de David viajó desde los Estados Unidos para brindar pruebas de ADN, mientras tanto la familia de la víctima en la ciudad le tomaba muestras a su hijo.
Bajo esta premisa las posibilidades para encontrar a David con vida eran nulas, las autoridades lo reconocían. En enero de 2020 una fosa clandestina fue localizada con varios cadáveres al norte de Irapuato. Las autoridades tenían la información genética necesaria para identificar a David; sin embargo, con cada cadáver procesado, la familia visitaba la morgue para su identificación.
Más de una decena de visitas después por fin el cadáver de David fue localizado, decapitado y con signos evidentes de tortura y en estado de descomposición.
Éste es el caso de muchas familias que viven con algún familiar desaparecido.
La utilidad de la innovación tecnológica y científica en las desapariciones
La ciencia para ubicar e identificar cadáveres se conoce bien, una tecnología con altos costos, pero efectiva, sin embargo, estos institutos se ven saturados con el número de homicidios que se viven en el Bajío de México. Durante años la ciencia se ha dedicado a desarrollar técnicas, tecnología y métodos para buscar por debajo de la tierra.
La arqueología desde hace mucho tiempo ubica asentamientos urbanos que componían las culturas mesoamericanas en México con fotografía aérea, esta disciplina ha podido desarrollar una arqueología forense y en este momento se vale de equipos multidisciplinario que van desde biólogos, físicos, geólogos y economistas; para generar una visión más completa de lo que comprende un estudio minucioso basado en evidencia.
La labor de las comisiones de búsqueda de personas desaparecidas se vive en un trabajo de campo, supervisando fosas comunes, casas de seguridad y espacios donde se practican crueles tácticas de corrosión de cadáveres.
En la búsqueda de fosas se ha desarrollado un área llamada geología forense; está disciplina es de creación reciente ya en el 2011 fue reconocida como una rama de las ciencias geológicas.
En Argentina, por ejemplo, se ha trabajo dicha ciencia desde el 2003, con la creación de varios institutos que apoyan a las instituciones procuradoras de justicia, en este trabajo tan amplio.
La tecnología que se ha creado son instrumentos de la geofísica, se trata de artefactos que ayudan a averiguar la calidad de los suelos sin necesidad de excavarlos, este tipo de ejercicios son usados en la minería, perforación de pozos de agua, entre otros. Se trata de equipos como el Noggin 500 que permite a través de sondas explorar los suelos. Así es como funciona (activen los subtítulos):
Las metodologías aplicadas en campo deben de partir de una zonificación a explorar con esta tecnología, con la fotografía aérea, con drones, por ejemplo, facilitan esta tarea, pues si en caso de que el evento sea cercano será evidente el poder descubrir una asentamiento recién explorado.
Ilustración 1. Metodologías aplicadas en campo, presentadas en un esquema de síntesis: 1. Ensayo de Penetración con Penetrologger. 2. Sondeo con Pala Vizcachera. 3. Tomografía eléctrica. 4. Georradar. Fuente: Boletín de Geología
Este grupo argentino el cual describe el uso de esta metodología en el artículo «Avances de la Geología Forense en Argentina: Búsqueda con métodos no invasivos de personas víctimas de desaparición forzada» publicado en el tercer número del 2017 del Boletín de Geología. En la Universidad Industrial de Santander, es un equipo que ha logrado identificar diferentes fosas.
En la imagen siguiente se pueden ubicar cómo serán las ondas, en tres sondeos con un equipo de penetración, Penetrologger. En los sondeos se pueden observar las curvas típicas de resistencia a la penetración.
Ilustración 2. A. Equipo de penetración, Penetrologger. B. Esquema de curvas típicas de resistencia a la penetración. Fuente: Boletín de Geología.
En la figura siguiente se puede observar A: Vista del exterior del cementerio donde se indica con un recuadro la ubicación de la fosa. B: Radargrama obtenido, las flechas indican los límites de la anomalía. C: Vista del perfil de la anomalía excavada donde se reconoce el límite del relleno, indicado con líneas de trazos. D: Vista de la excavación donde se reconocen los límites del nivel de cal, indicado con líneas de trazos.
Ilustración 3. Vista del exterior del cementerio donde se indica con un recuadro la ubicación de la fosa. Fuente: Boletín de Geología.
La evidencia científica debe de ser un principal factor a la hora de procurar justicia. Se estima que en Guanajuato han desaparecido alrededor de 2,104 personas, según reconoce datos de la Fiscalía General del Estado. La violencia se sufre sin medida en nuestras calles y este tema debería ser considerado una emergencia por los gobiernos, pues exige una atención inmediata.