PRECUELA
Sábado por la tarde.
Me había dado a la tarea de ir al cine a ver la tan comentada Bohemian Rapsody que, según la mayoría de las críticas de los conocedores y no tan conocedores, está genial.
Ya habíamos hecho planes unos amigos y yo de ir el lunes, pero se cruzó una gripa terrible (con tos incluida) en mi camino.
Si alguna vez han ido con tos al cine o han estado con alguien que la tenga, saben lo incómodo que es. Realmente no te puedes concentrar en la película y sientes que te vas a contagiar o vas a contagiar a medio cine.
En fin, espero verla la próxima semana y establecer por mi cuenta si es lo genial que dicen que es, el Biopic de Farrokh Bulsara, alias Freddie Mercury y Queen.
Regresemos pues al día de hoy: sábado.
Ahora es la noche-madrugada, el 11 del 11 ya comenzó y no digo la hora porque sigo despierto, pensando en las dos películas que vi hoy. Una es completamente palomera y la otra es… digamos… de esas joyitas que te encuentras de vez en cuando y que vale la pena recomendar.
PRIMERA
A decir verdad y de acuerdo al género, vale la pena recomendar las dos. La primera es de acción inverosímil, llena de crema antibalas y persecuciones absurdas que al final resultan de lo más divertidas. La segunda un thriller en dentro de la ola teen que está realmente genial. La primera es de una larga saga de películas basada en un programa de televisión sesentero y la segunda puesta en la década más importante de mi vida… los ochentas. La primera con actores conocidos y famosos y las segunda con niños-jóvenes escogidos de manera muy spilbergiana y yeyeabramesca (de acuerdo, palabras inventadas por mi pensando en Spielberg y su hijo no reconocido J.J. Abrahams). La primera con un presupuesto de 175 millones de dólares (recaudó en taquilla más de 750) contra la limitada inversión de la segunda. Por más que busqué la información, no la pude encontrar, al igual que la recaudación total. La primera: Mission: Imposible-Fallout y la segunda: Summer of ’84.
Dentro del género de acción, tengo que ser completamente honesto. La serie de misión imposible es una de las que más me gustan, por encima de Rápidos y Furiosos o El transportador por nombrar algunas.
Laso dos películas que vi el día de hoy no tienen mucho en común… para muchos. Pero cuando uno se pone a analizarlas detenidamente, encontramos un área bastante atractiva que hasta las películas de superhéroes están tocando: La nostalgia.
Me permito hacer este artículo en dos partes, para no enredar más los géneros de las películas. Pero debo decir que fue una buena tarde de cine en casa.
La más reciente misión imposible es la más nostálgica de la serie, hasta ahora. Ejemplos: el mensaje entregado para que Ethan Hunt “Decida o no aceptar la misión” dentro de un libro (si, un libro común y corriente recortado) y con un sistema cinematográfico bastante antiguo y la destrucción del mensaje en menos de 5 segundos fue tal y como en la serie y sin parafernalia digital. El sistema de las bombas nucleares que es mas análogo que digital. La persecución (inverosímil, pero muy entretenida) en dos helicópteros completamente normales. La moda de los personajes (ahora entiendo el C.G.I. para quitarle la barba y el bigote Henry Cavill en La liga de la justicia).
Por sobre todo lo anterior, están los primeros 50 minutos donde no se escucha ni un tono musical, y los escenarios, encuadres y secuencias nos remontan a la serie de televisión original. La película nunca deja a un lado el factor humano; y aunque vemos ciertos esbozos de tecnología, lo más importante son las luchas mano a mano y los personajes. Acierto total de la producción y de los guionistas, que fueron haciendo la historia en el camino.
Vemos a un Tom Cruise bastante viejo, luchando a cada momento para no perder la pose de galán. Lamentable o afortunadamente hay momentos que no lo logra. Para mi, eso hizo que fuera mucho más humano el personaje, aunque sabemos de antemano que a pesar de los cuatrocientos mil golpes y caídas y accidentes y… bueno, todo lo que le puede pasar en la película, siempre terminará vivo y ganando al final. El equipo ahora es limitado y no está peleando contra su gobierno o el de otro país. Ahora ese concepto de espionaje puro ha vuelto a su raíz. Los malos que buscan lograr sus objetivos a costa de lo que sea y los buenos… bueno, son los buenos.
En el aspecto argumentativo tiene el mismo fallo que toda película de acción: desde la escena número 1 sabes perfectamente lo que va a pasar (aunque hay momentos que te sorprende, con uno que otro momento interesante e inesperado). Sabes perfectamente quien va a salvar el día, como y seguramente será al último segundo (literalmente).
Pero lo que la hace sobresalir de las demás películas de acción, que se han realizado últimamente en este sentimiento de nostalgia, es pasar de lo digital y computarizado a lo manual y real. Las máscaras incluso, son realizadas con un sistema más rudimentario que en las anteriores películas. Los dispositivos de rastreo son básicos y tienen que ser instalados en el cuerpo de la persona que vas a seguir para que funcionen (dejaron a un lado los inverosímiles rastreos satelitales que parecen sacados de “Halo”). Llega un momento que todo en la película se ve viejo. Es como si se hubiera filmado en la década de los ochentas… o antes.
Podría haber sido un error. Pero es este aspecto lo que la hace sobresalir y ser atractiva para el espectador. No hay autos volando de edificio a edificio a una distancia de más de 500 metros para caer con las llantas infladas y en posición perfecta. No hay aviones fantasma ni cascos de la guerra de las galaxias (ya saben que es mi favorita).
Puedo afirmar, sin temor a equivocarme y sin ser el Gurú del futuro del cine de acción que, si siguen el camino de Fallout, realmente pueden evitar la caída del género y el renacimiento de los Action héroes más humanos.
La recomiendo totalmente… si te gusta la acción. Si lo que te gusta es el drama o el Thriller, la recomendación sería Summer of ’84, de la cual hablaremos en la segunda parte del artículo. Gracias por leerme.
(Fin de la primera parte)
