Estoy en mi cama, rodeada de cuatro almohadas
escribo a las tres de la madrugada
dado que el café de las ocho de la noche me hizo un efecto que no esperaba
es horrible estar revolcándome en la cama sin poder conciliar el tan anhelado sueño
entre dos conversaciones de what´sApp,
diez de las baladitas de siempre
y unos cuantos pensamientos inapropiados,
mis ojos se fueron cerrando de a poco.