¡Hay tamales! CORAZÓN DE HOMBRE Gustavo G. Romo

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Al considerar al machismo como un mal dañino y añejo que, con el paso del tiempo cambia de forma, pero no de fondo, decidí entrevistar a César Edgardo Zúñiga Araiza, Psicólogo encargado de los Servicios Especializados en la Atención a la Violencia de Género en el Centro de Salud Arboledas del Instituto de Salud en Aguascalientes, para que nos hablará sobre algunos aspectos de este complejo tema.

Él  comenta que el machismo es una ideología que engloba el conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas a promover la superioridad del hombre sobre la mujer en varios ámbitos de la vida; el cual, en países como el nuestro, sigue formando parte de nuestra cultura donde la mujer es  sometida o discriminada; poniendo los deseos y necesidades del hombre sobre los de ella, en lo físico, laboral, legislativo, intelectual, anatómico, lingüístico y demás aspectos. Desafortunadamente, todo esto tiene un costo y no sólo para la población femenina, sino para el hombre también.

Con el tiempo se han dado cambios provocados, principalmente, por la participación de la mujer en el ámbito laboral y económico, que rompen los roles masculinos, provocando que el hombre machista se sienta vulnerable y, al tener miedo, agreda al no permitirse perder algo que considera de su propiedad: la mujer. Sabe que, de no mantener el control, se verá débil; al temer hacer el ridículo frente a otros hombres acepta infinidad de retos que ponen en peligro su salud e integridad.

            Uno de los problemas de salud más frecuentes en el machismo está relacionado con el corazón, aunque suene romántico. Existen estudios que indican que, dentro de los últimos diez años, los problemas cardiacos entre hombres de mediana edad han aumentado. En efecto, la forma de vivir de un hombre machista lo arrastra a sufrir infartos.

Otra enfermedad que se tiene como consecuencia es la aparición de diabetes en hombres cada vez más jóvenes debido al estrés que ellos sufren en su lucha por controlar; aunado a que descuidan demasiado su alimentación por considerarlo desconectado con la práctica de la masculinidad. Otro factor que mina la salud del hombre se debe a enfermedades de transmisión sexual. Por ejemplo, hay mayor índice de contagios de VIH-sida en hombres que en mujeres debido a que carecen de una adecuada educación sexual, poniendo en riesgo no solo su salud sino también la de su pareja.

Lo anterior se ve acrecentado debido a que también hay una fuerte relación entre machismo y adicciones a las drogas. El sistema masculino que lleva a comportamientos para demostrar mayor capacidad o poder para realizar actividades de alto riesgo que han provocado que muchos individuos entren al mundo de las drogas por retos e insultos entre compañeros.

Es necesario que exista igualdad de género en los servicios de salud donde mujeres y hombres sean atendidos conforme a sus necesidades particulares, haciendo énfasis en programas que ayuden a mejorar la salud de los varones para prevenir y abordar los principales problemas que los afectan a lo largo de la vida.

Es necesario fomentar prácticas de salud a través de la educación y poner atención en la participación de todos, incluidos hombres, o mujeres que pertenezcan a la comunidad LGBTI+. De esta manera, se podrá prevenir el impacto y los costos de las masculinidades tóxicas.

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