Cuando mueres por Gabo Díaz

¿Será que habrá otra vida cuando dejas de existir en este cuerpo y en este mundo? ¿Será estúpido creer que en la otra vida, si es que existe, se pueda no aparentar ni pretender?

Creo que yo ya morí sin darme cuenta:

He estado enferma en reuniones por no faltar a días de temas importantes que según mi jefe, es obligatorio estar sentado escuchando una conferencia que a él mismo le importa un carajo; todo por no perder mi empleo que alcanza para nada.

Me preocupo tanto de no ser lo suficiente para mi pareja, que se me ha olvidado que mi opinión importa cuando de besarle o tener sexo se trata.

El momento en el que decidí arreglarme aunque no tuviera ganas de salir, pero lo hice porque mis amigos no me perdonan que no salga con ellos un fin de semana.

La dieta que hice por 3 meses para tener el cuerpo “perfecto” según los estándares sociales; según las fotos de chicas y chicos que veía por las noches en Instagram.

Las veces que no dejé que mi hijo durmiera en la casa de los abuelos, o que no quise que comiera papas fritas porque si permito cualquiera de las dos cosas, soy una mala madre y no lo estoy haciendo como mis tías lo harían.

Cuando hice que la indiferencia se apoderara de mi al ver que las promesas que me hacían siempre eran quebrantadas o cumplidas a medias.

Las ocasiones que perdoné lo imperdonable sólo para que esa persona no se fuera de mi lado aunque me lastimara cada que podía.

El día que permití que mis compañeros de clase me hicieran menos porque tienen razón; mi opinión está mal ya que se sale de lo ordinario.

El rato que descuidé estar con mi familia por hacer pendientes “urgentes” en lugar de los importantes; ellos.

Las veces que oculté mi depresión y frustración con un “no tengo hambre” “tengo sueño”, para no preocupar a mamá.

Cuando ignoré lo que mi corazón decía sólo por no defraudar a mi papá con el chico que a él no le agradaba pero a mí sí.

En las noches que me rompí a solas y lloré sin emitir sonido alguno porque de todos yo soy la fuerte, y mostrar que algo me duele es mostrarme débil.

Cuando por orgullo no acepté el error que cometí aun con la culpa y remordimiento en cada pensamiento.

¿Será que habrá otra vida cuando dejas de existir en este cuerpo y en este mundo?

No lo sé, espero que la haya, el silencio es otra manera de morir eso está claro pero si no hay otra vida está bien; sólo dejando entrar a la tristeza conocerás cuál es su propósito y hoy la dejo pasar, no poder con el mundo por un día no te hace menos maravilloso. Se vale estar desanimado, confundido, parar, estar perdido, no saber, no querer, no fluir o retroceder, pero nada más por hoy.

Mañana será otro día…

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