¿Se debió a que el evento fue en miércoles, a que no tuvo la suficiente difusión, a que la banda no resultaba tan atractiva ni la cantante tan reconocida para la audiencia local? Pasadas las ocho de la noche, la gente continuaba entrando a la gradería por invitación del personal del foro y sin la revisión celosa del código de registro previo, aunque Olivia Gorra, prestigiosa cantante de ópera, ya interactuaba con el público para rendir homenaje a José Alfredo Jiménez junto con la Banda de Música del Estado de Guanajuato. Fue “El rey” quien, con sus composiciones inmortales, logró llenar el recinto durante la primera canción.
La elección del artista a homenajear no fue casualidad ni ocurrencia; se sumó a la agenda para celebrar la “grandeza” de Guanajuato ―valga la publicidad no intencional en cuanto al eslogan del gobierno del estado― al cumplir doscientos años desde su conformación; pero, sin importar el motivo o el pretexto, la banda ni el cantante, José Alfredo siempre es una buena decisión.
Es incuestionable el talento vocal y el porte imponente de Olivia luego de treinta años de carrera; se agradece su esmero por lucir radiante vestida de charra para tal distinción buscando conectar con el público, así como el reconocimiento que hizo en todo momento sobre “el servicio de los músicos” de una banda que cuenta con 167 años de historia, una de las más antiguas de Latinoamérica, habiendo en ella artistas con más de cuarenta años de trayectoria. Sin embargo, el homenaje ocurrió a cargo de la gente, del canto a flor de piel y con desgarro del alma, aunque los dolores no sean actuales ni propios, sino de la voz poética eterna creada por “El hijo del pueblo” para todos los iguales y no-iguales a él.
“Las canciones de José Alfredo no son nada fáciles”, comentó la solista explicando recursos de técnica vocal y algunos otros rasgos de versificación, para introducir joyas perdidas, o bien, no tan conocidas del artista dolorense. Pero los ánimos revivían con fuerza con cada clásico del compositor, como “Sobre las olas”, “Deja que salga la luna”, “Si nos dejan” o “Un mundo raro”, entre los muchos que faltaron (justamente «El rey»), pues el foro entero cantaba con arrojo, tanto que la soprano por momentos prefería escuchar la voz unánime de la audiencia, si no es que confundía la letra entre las estrofas por el candor de los asistentes, como al entonar “Ella” a capella según la petición del público.
Como era de esperar, el concierto cerró con “Caminos de Guanajuato”, himno local interpretado por más de un cantante en otros recitos y géneros durante esta edición del festival. “Ahí nomás tras lomita[s]”, cuyas siluetas dibujan el cielo alrededor de la explanada, de seguro gustoso, José Alfredo se echaba una copita, reía y contemplaba el homenaje. ¡Viva “El rey”!
Joyas perdidas «José Alfredo Jiménez»; la otra música
Banda de Música del Estado de Guanajuato
Olivia Gorra, solista invitada
18 de octubre de 2023
Explanada de la Alhóndiga
Fotografía: Carlos Alvar (cortesía FIC)