Para iniciar un diálogo sobre el deseo e imaginación que atraviesa a la comunidad de la diversidad sexual, en esta primera entrega, pretendo escribir sobre la mirada homoerótica, tema que aparece como un pretexto fantástico y oportuno desde el confinamiento. Entonces conviene prestar atención al deseo homosexual, a su sensibilidad y modos singulares de subjetividad, así como a los alcances de su producción estética, política y afectiva.
En primer lugar, sabemos que la complejidad de los problemas e inquietudes que actualmente enfrentamos como miembros de la sociedad puede resultar abrumadora, sin embargo, hoy resulta urgente mantener una conversación de largo aliento enfocada principalmente en la libertad individual y la defensa de nuestros derechos humanos.
En ese sentido, el texto como espejo y el lenguaje como armario resultan figuras convenientes para volver a pensar desde la intimidad la vida en comunidad. El cuerpo maríca en su despliegue nos encanta. Su voluptuosidad y sagrado misterio aparece como una flor que brota en el campo. Su existencia revela las sutiles fronteras entre las convenciones de lo que nombramos masculino o femenino. Dicotomía tramposa y algunas veces maldita. Para comprender este punto, en primer lugar, sería preciso revisar el clásico dilema nominalista, en torno al problema de las palabras y las cosas. Dejemos aquella disertación lingüística-ontológica para otro momento y avancemos, hablemos de biopolítica.
Durante un largo tiempo, desde el punto de vista de las civilizaciones patriarcales, fue considerado como infame y nefando. Como resultado, aquella práctica tan alegre fue condenada con la vergüenza y el silencio. Pero siempre hay oasis de resistencia, espacios de autonomía, regazos. Para entenderlo hay que habitar el exilio, o acudir a la periferia, a los márgenes del gueto. En algunos casos la literatura, las artes, el cine y la poesía han sido los espacios de expresión y sublimación del deseo, gracias a ello ha sido posible tener noticia de contenido simbólicos, muchas veces prohibidos o censurados, transgresión clasificada como herética, inmoral o antipatriota.
Desde los estudios culturales es posible explorar la imagen, signos y gestos que constituyen el amplio imaginario subversivo de las estéticas lésbico-gay-bi-trans-queer, estableciendo una conexión con las luchas antiraciales, feministas, ecologistas y decoloniales. Solamente desde una perspectiva amplia podemos criticar los programas ideológicos, las políticas públicas y las agendas institucionales implantadas por la economía global del libre mercado. Es tiempo de la organización comunitaria, como experiencia tenemos las manifestaciones estudiantiles, los movimientos obreros, las exigencias de los pueblos originarios, en la memoria las persecuciones y redadas, las terapias de conversión, los linchamientos. Mientras el pensamiento hegemónico siga conviviendo entre nosotros, será necesario enfrentar la homofobia y discriminación, denunciar los crímenes de odio y desapariciones, exigir justicia reivindicando el orgullo y la dignidad. Ante el rechazo cotidiano que sufren las personas por causas de género ¿seremos capaces de revisarnos a nosotros mismos? Parece urgente discutir lo que pasa a diario entre nuestras banquetas y callejones. Al puntualizar aquello que aún no hemos logrado resolver y delineando de manera fugaz una invitación a la acción, conviene afirmar desde la cotidianidad nuestras formas de vida. Por tal motivo, es pertinente priorizar la creación artística como dispositivo de emancipación y critica del sentido común. Experimentando con nuestros propios cuerpos el erotismo en su multiplicidad expresiva, las plumas como gozo intenso. Celebración y esperanza, reivindicación y justicia.
Por tal motivo, solo pretendo comentar algunos conceptos e invitar a la lectura de algunas obras que considero recomendables para continuar con la discusión en otros contextos. Esperando que descubran algunas ideas interesantes abriendo la discusión y el debate. Pienso que desde nuestras propias trincheras podemos seguir aportando para garantizar y proteger los derechos de las minorías, debemos seguir leyendo y comentando en nuestros círculos, nuestras voces diversas tienen impacto y pueden organizarse. Hoy deben defenderse los afectos que celebramos.
Lecturas recomendadas para comenzar a pensar sobre la mirada homoerótica:
- Hocquenghem, G., Preciado, B., & Schérer, R. (2009). El deseo homosexual. España: Melusina.
- Schuessler, M. K., & Capistrán, M. (2018). México se escribe con J: Una historia de la cultura gay. Edición corregida y aumentada. Debolsillo.
- Diez, J. (2011). La trayectoria política del movimiento Lésbico-Gay en México. Estudios Sociológicos.
- Bejel, E. (1996). » Antes que anochezca»: Autobiografía de un disidente cubano homosexual. Hispamérica.
- Espinoza, A. (2020). Cruising: Historia íntima de un pasatiempo radical. Dos Bigotes.