“Desnudo, voy a la deriva en una especie de ensueño”, escribe Nick Cave en 'La canción de la bolsa para el mareo' (Sexto Piso, 2015): “Me quito mi apestoso traje de bolsa para el mareo y lo enjuago en el río. Lo lavo y ¡mando todas las toxinas del tinte del 'Fairmont Hotel Macdonald' hasta el Lago Winnipeg!”.
En Nick Cave todo es purificación. Después de escucharlo por primera vez, entendí qué es la pureza: Sentir algo tan sinceramente que deja atrás todas las dudas, toda cobardía y todas las consideraciones dentro de mí.
Nick Cave dice que la pureza es primero, y antes que nada, un asunto poético. Ser puro es tener una mente que NO OLVIDA; es tener una meta única, un solo bolígrafo, un foco único y un propósito único para nosotros mismos y nuestras vidas. Esa es la pureza poética, y de ella mana la conducta del sonido —el bien que hacemos con nuestros cuerpos al escribir, al cantar, al bailar—. En su base, la pureza es tener un corazón para la hoja en blanco, que no esté diluido ni contaminado por cosas menores.
Esa pureza del post-punk más impío, venido de Australia, humedecerá la noche azteca en un día memento, el 2 de octubre, descenderá dos metros para sanar el corazón enterrado de los interfectos, convertido en piedra tótem y mantra de la rebelión. El Príncipe de la Oscuridad ofrecerá un concierto hoy en el 'Pepsi Center' a cinco años de su presentación en el 'Plaza Condesa'. Llega aún para promocionar 'Skeleton Tree' (2016), disco que escribió y compuso para poder soltar a su hijo Arthur, después de su repentina muerte al caer en un acantilado. Su contacto con el público mexicano le ayudará a sanar las heridas, como ha comentado en conferencia de prensa, en donde también expresó que su mayor interés es conectar con la gente, y tener un efecto sobre ellos, como el que han tenido para él Neil Young y Van Morrison.
Nick Cave arriba en fecha roja para México. ¿Coincidencia? No lo creo. Ambos tenemos lesiones que sanar, el músico y el pueblo, es así que Cave agitará nuestros corazones con “The Mercy Seat”, se postrará, desnudo, en nuestras baldosas, para decir:
¡No flaquees! ¡Se fuerte! Somos millones, en todo el mundo, respirando como tú esta noche.
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Mixar López (Guerrero, 1975). Cronista y crítico musical. Es colaborador de diferentes revistas y periódicos de México, EEUU, España y America Latina. Reside en Des Moines, Iowa, Estados Unidos. Su primer libro de crónica, 'Prosopopeya: La voz del encierro', está próximo a ser publicado por la editorial Paraíso Perdído.