En una madrugada con alcohol y cigarrillos llegan los recuerdos, las palabras que siempre quisiste decir pero no te atreviste por miedo al fracaso.
Mandas un mensaje de un nostálgico "hola" y en esas cuatro letras das a ver tus sentimientos, buenos o malos, pero se muestran.
Lamentablemente las personas son relativas, al igual que el tiempo, y pasan, y olvidan; lo dejan todo sin importar cual haya sido el pasado.
Hay un porcentaje alto de humanos que piensan que todo se consigue con trabajo, pensaba que era cierto, pero desistí al pasar los primeros minutos.
Por más trabajo que interpongas a una persona que amas, no estará contigo si ella no lo quiere.
Puedes tratar de millones de maneras para que se entregue a ti, pero no lo hará.
Puede asomarse un preludio con disyuntiva entre: decadencia, alcoholismo
O darte un coraje para enfretar la vida y pongas nueva cara a ella.
Herir o ser herido.
Una vez me dijeron que el enamoramiento es un estado de ánimo. Al principio lo tomé a mal, pero al verlo de cierta perspectiva tiene razón, somos lo que sentimos, y a veces hacemos cosas que no queremos por el sentimiento, después nos arrepentimos o pensamos en palabras que quisimos haber dicho pero en ese momento no se nos ocurrió.
Yo he dicho lo que tenía que decir, y así será siempre.
Me quedé viendo tu mensaje, bebí un traga largo y debastador a mi cerveza, observé tu foto y ya no tuve la sensación de morir por ti, pero si el deseo de acabar en tus brazos.
El amor es un estado mental.
Amo a la cerveza, pero no mataría por ella; sin embargo ella me está matando a mí.
El amor es un estado mental por José Barrera

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