El libro actual va a cargo de Trevor Noah el famoso comediante sudafricano con su “Born a crime” o nacido un crimen, este título es porque como é lo explica su existencia desde nacimiento es un crimen por haber nacido en la época en que el apartheid estaba en auge en aquel Sudáfrica. Además, considerando que Trevor es un “coloured” como se nombra en el libro, lo que significa que su madre es africana y su papá es suizo y este tipo de relaciones estaba prohibida en ese contexto representando él mismo un crimen.
Entonces el libro es interesante porque Trevor cuenta una historia propia llena de anécdotas que obviamente resultan dramáticas, pero a su vez tienen un toque de divertidas o por lo menos no tan fuertes por la forma de narrar de Trevor siendo comediante. Pero esto no va acerca de este libro, ni tampoco de la historia de Trevor que obviamente es una historia de superación desde la pobreza de Sudáfrica en el apartheid hasta el exitoso comediante y presentador que es hoy. Esto va acerca de la madre de Trevor, por lo menos una parte.
En la historia Trevor cuenta como se fue superando, pero resalta como en realidad quien fue haciendo todo para que esto pasara fue su madre, fue ella quien le dio herramientas y un contexto para que en algún momento de su vida le pudieran ser útiles, le enseñó que la lectura era buena en su vida, le enseñó que tenía que hablar inglés y otros idiomas…
Esta parte de la historia me hace pensar, ¿Cómo una persona puede superar la pobreza cuando nace en esta situación? Generalmente se nos habla de la meritocracia y este sueño romántico de salir adelante, “El que es pobre es porque quiere” o “Trabaja para que salgas de pobre” o “Esfuérzate para lograr lo que quieres” son frases que escuchamos repetir constantemente como una solución, pero la realidad no puede estar más alejada. Solo alrededor de un 2% de las personas en situación de pobreza logra vencer esta brecha y terminar su vida en otras circunstancias, es decir si naces pobre así trabajes mucho o seas talentoso o quieras cambiar esa situación a pesar de todo lo que hagas o puedas hacer tienes un 98% de posibilidades que no lo logres. Y puede funcionar, al contrario, si naces fuera de la pobreza así no te esfuerces, carezcas de algún talento destacable o eso de trabajar se te complique tienes un 98% de posibilidades de no pasar a situación de pobreza. El sistema en el que vivimos está diseñado para que esto siga siendo así.
Pero entonces, las personas que sí logran dar este brinco (como el caso de Trevor) ¿Cómo lo logran? Pues al igual que en el caso de Trevor y trasladándolo al entorno mexicano y sin ninguna investigación de por medio simplemente en un ejercicio de pensamiento, como en su caso esto se logra a través de varias generaciones o tiempo de aprendizaje.
La mamá de Trevor representa la primera generación que vive en esa parte baja del sistema y que por alguna razón su visión y su conciencia empieza a despertar, empieza a ver que para dar ese paso se necesita engañar a ese mismo sistema en el que esta inmersa (quizá no de forma consciente), buscar las pocas oportunidades que da o buscar los huecos fuera de ese sistema para aprovecharse y engañarlo, no podemos decir que este tipo de personas son un ejemplo para la sociedad porque la sociedad en la que vivimos no busca eso de las personas, lo que busca la sociedad y el sistema son personas que se esfuercen en su trabajo, que sean estables, que ahorren durante mucho tiempo para otorgarse unos pocos beneficios que el mismo sistema les dice que necesita consumir como pueden ser viajar, comprar una casa, un carro etc. Y que a su vez los lleve a esforzarse más y trabajar más permitiendo que las personas que estén en lo alto de la pirámide puedan cada vez tener más y permanecer ahí. Este tipo de personas son un ejemplo, personas que se apegan al sistema y que obtienen este tipo de éxito dentro de lo permitido.
Pero aquellos que se descubren diferentes, que buscan algo más para ellos que lo se les ofrece no son ejemplos, son datos atípicos que van contra lo establecido.
Entonces, el primer caso necesario es una persona de estas características que empieza a tener necesidades diferentes, que se siente incomodo con lo que se estableció para ella, pero lamentablemente y por lo general este tipo de personas están bajo una cultura muy arraigada que no les permite hacer los suficientes cambios en su vida y por lo general viven y mueren en el mismo lugar en la sociedad. Pero lo que sí hacen es implantar esos pequeños cambios en otras personas (generalmente los hijos). Siembran esa pequeña semilla de herramientas y búsqueda de herramientas para que se pueda engañar al sistema, cosas como concientizar en la importancia de la educación, la necesidad de aprender otros idiomas, un pensamiento más libre y sin complejos, aliento para superarse así mismos entre muchos otros.
Esta “segunda generación” no lo aprende todo, pero sí aprende lo necesario para adquirir más herramientas que le permitan enfrentar circunstancias que le lleven a aprovechar los huecos o pequeñas posibilidades que deja el sistema. Esta generación es la que logra dar el salto, es parte de ese 2% que lo logra, pero que en su vida vivirá muy probablemente con una fragilidad y un riesgo de ganar lo perdido, perdida de trabajo, de alguna habilidad o un mal golpe de la vida le quitarán lo ganado porque no ha echado raíces en ese nuevo mundo.
Entonces vendrá una tercera generación, la cual ya desde que empieza su vida lo hará ya no en la pobreza, si no en una posición más privilegiada, vivirá con una educación y un contexto muy diferente, disfrutando de lo que han logrado sus antecesores y formando parte de ese grupo en el cual ya será sumamente difícil caer. Al final así en lo general es como se avanza, tranzando al sistema…