El sueño del Mara’akame por Gabriela Cano

Un chico se niegan a tener un don

Lo entiendo: en las escuelas a las que asisto normalmente existen pocos que se sienten capaces para cualquier cosa. Incluso: sobrevivir.

Un chamán puede ( o no ) ser alguien que hace algo por nosotros: en la película, esa figura, cercana también se niega a poner fácil el mensaje que el protagonista necesita. Tú debes interpretar el sueño, dice.

Y por ello mismo surge la duda: aquello que se sueña es necesario pero también aquello que nos negamos a soñar.

No hay nada romántico en ello: nuestra percepción siempre está dividida. Descubrirnos es más un privilegio que una cosa que ocurre arbitrariamente.

No todo es mágico como deseamos: a veces nuestras epifanías van a surgir de la crudeza, de la sin razón, de la suciedad.

 

 

Hoy por la tarde se presenta el documental Huicholes: los últimos guardianes del peyote en Foro Cultural, La mina

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