¿Qué haces de ti realmente?
Sucede que un día despiertas y eres parte del sistema que odiabas, tal vez no seas activo en el pero un sistema también es formado por los pasivos que conforman la sociedad. Despiertas un miércoles sin sentido, sin saber a dónde ir o si vas bien. Ya sabes, solo estás ahí dejando que la corriente fluya. La sociedad sigue con la escoria fundamental que la conforma, los mismos gobernadores corruptos y la sociedad hipócrita que vive de sueños, por ejemplo: vive soñando que publicando en Facebook su disgusto ante robos, asaltos o cualquier tipo de cosas; hará la diferencia. “Querer cambiar el mundo con estados de Facebook”.
Continuas con el ritmo habitual, pajaritos cantando al iluminarse cada mañana, niños yendo a la escuela. Universitarios preocupados por las materias que de alguna manera se han esforzado en perder. Todo continúa su curso. Carros que, 24 horas al día, 7 días a la semana se encargan de darnos nuestro suministro básico de intoxicación. Todo continúa.
A la mañana siguiente, el día es igual. Desayunas, te vistes, vas a algún trabajo o alguna escuela que te enseña que lo mejor que puedes hacer de tu vida, es trabajar para siempre y colgar títulos en la pared, porque únicamente importa eso ahora.
Al inicio no te das cuenta, eres solo un trozo de arena en un desierto. Tu vida cotidiana se conforma en conformarte con todo.
Ensoñación excesiva es psicológicamente hablando, un trastorno que tienen las personas tras sufrir algún abuso, físico o metal. El individuo que contiene este trastorno, escapa de su realidad para mantenerse “a salvo” psicológicamente.
La primera vez que vi este término fue en una película llamada “Perdida de la inocencia”. Una chica de 12 – 14 años, es engañada por un hombre de aproximadamente 35 – 40 años para tener sexo. Ella cree que la ama y él la manipula psicológicamente para hacerle creer que está bien estar juntos y que el amor es real. Todo esto lo hizo por medio de internet entonces, cuando Annie (el nombre de esta niña) lo conoce físicamente, se da cuenta del engaño. Aún así logra llevarla a un motel y tener sexo con ella. Durante el acto ella le pedía que parara sin embargo, el no quizo ceder y es ahí cuando ella solo cede completamente. Su mente la lleva a otro lugar, se hace pensar a si misma que está a salvo.
Después de ver esto no le tomé atención a esta parte de la trama, me parecía un tipo de complemento para la escena sin embargo, muchos meses después escribo esto.
Sucedió lo mismo conmigo, tal vez no dela misma manera brutal sin embargo, sucedió.
Todos los días estaba el abuso constante de los demás haciendo presión sobre qué debía hacer, cómo hacerlo y cuándo . Supongo que solamente cedí y un día ya estaba dejando que pasara todo aquello que aborrecía. Si bien mi mente no me hacía sentir que estaba en otro lado, si se encargó de minimizar la carga, los días enteros los pasaba pensando en dormir, dormía mucho y no por placer. Dormir ya no era una necesidad fisiológica, mi mente ya necesitaba este tipo de actividad para estar bien.
Cuanto te das cuenta de todo, ya estás tirada en una cama y cobijada cuando el clima está a 26 grados centígrados. Te das cuenta de cuán consumido te tiene la sociedad y no sabes cómo despertar.
Después del avance que tuviste al darte cuenta de cuán consumido estás; te despiertas, dejas de hacer lo que la sociedad considera correcto. La línea recta que caminabas antes, desaparece y ahora solo estás ahí, luchando por recordar lo que eras o tratando de reconocerte de nuevo. Defraudas personas, rechazas los sueños que no querías, que no eran tuyos y estabas forzado a cumplir; despiertas.
Gente “molesta” tras las acciones que tomaste, gente “herida” y defraudada empiezan a hacerte sentir que los pasos que haz tomado están mal. La única diferencia aquí es que, ahora ya no importan. Ahora ya no necesitas la aprobación de una sociedad entera, de un juez que ejerce presión en tu vida. Ahora solo sientes la necesidad de seguir avanzado, se va la ensoñación excesiva, se va el miedo; comienzas a vivir.
Despiertas un martes, tus maletas ya no pesan, la sociedad ya no importa y eso, eso qué pasa cuando decides hacer lo que amas, eso es vivir.