#Entrevista: Satélite Menor nos cuenta de su nuevo disco Canciones para disfrutar de las dudas ya está disponible en plataformas

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Satélite Menor, una de las bandas de dream pop más queridas desde Lima, presenta un nuevo disco titulado Canciones para disfrutar de las dudas. Este material publicado a principios de noviembre marca una nueva etapa en la trayectoria de la agrupación, cargada de sintetizadores y una vibra más obscura.

Nuevamente tuvimos la oportunidad de platicar con ellos sobre su álbum de estreno y el trasfondo de su mensaje. Esto nos dijeron.

Con la llegada de su nuevo disco Canciones para disfrutar de las dudas exploran una nueva personalidad sonora. ¿Cómo la definirían?
Un disco que desde la nostalgia revisa diversas perspectivas de una relación amorosa. Sonoramente es mucho más dinámico que nuestros anteriores trabajos, con arreglos electrónicos en medio de guitarras distorsionadas. Una especie de oscuridad elegante.

¿Es complicado canalizar emociones complejas en una canción de dos o tres minutos de duración?
Las canciones tampoco se agotan en las composiciones, las personas y el tiempo le dan otras interpretaciones y en ese sentido me gusta pensar que van más allá de la intención inicial, o de la emoción inicial. Son dos minutos que se multiplican por cada oyente.

Además de la nostalgia, ¿qué otras emociones permean en este álbum?
Va desde la gratitud hasta la culpa, la posibilidad de aprender y la necesidad de un balance que no necesariamente será positivo. El disco intenta plantear emociones a la distancia, cerrar historias o abrirlas para verlas con otros ojos.

De los 10 tracks que conforman este material, ¿a alguna canción le guardan especial cariño?
La producción fue bien complicada, por los tiempos cortos entre conciertos y por la necesidad de replantear muchas letras. En ese sentido le guardamos mucho cariño a las dos últimas que se desarrollaron: «La pared vuelve a caer» y  «Tomar lo funcional».

¿Se consideran más pasionales o racionales?
Somos muy pasionales al momento de plantear la melodia y la letra, lo racional se complementa en los diversos ejercicios de revisión y producción. Se necesita la razón o la técnica para ordenar o canalizar la emoción en una canción.

¿Componer música les ayuda a cerrar ciclos?
Es una función que hemos ido descubriendo poco a poco, componer tiene cosas de revisar y por lo tanto de ver historias con distancia y aprendizaje, y eso finalmente puede ayudar a cerrar ciclos.

Mencionan que este trabajo, en gran medida, es producto de la pandemia. ¿Cuál fue la mayor enseñanza de la soledad y el aislamiento?
La pandemia fue una de las causas del retraso de este disco, tuvimos otro disco que fue prácticamente hijo de la pandemia (SISTEMAS INFERENCIALES). La influencia de la pandemia en este disco va por otro lado, es más un disco de salir y liberarse.

¿Cómo ha evolucionado su propuesta desde la publicación de Tímidas formas de convivencia en 2018 hasta ahora?
Las canciones de nuestro primer EP son muy intuitivas, necesitábamos encontrar versiones concretas de ideas que fluctuaban y estaban en el aire, las canciones nos dominaban en ese sentido. Con el tiempo hemos podido aprender más y controlar la canción, incluir arreglos bajo formas comunes y a la vez diversas. Por eso nos lanzamos ahora con 10 canciones. Para aplicar lo aprendido en producción desde la chamba de Daniel Quiñones y todo el aprendizaje armónico en la composición.

¿Qué es lo primero que les viene a la mente cuando piensan en México?
Grandes parques con un tráfico muy parecido a Lima y mucha apertura a nueva música manteniendo su identidad propia. Esperamos pronto viajar como banda y disfrutar de sus festivales.

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