Así debe sentirse ser una nuez
no es
no ser.
Tener dentro una cáscara
que no tuvo que abrirse
porque nació expuesta.
Igual que la herida de Mamá
en la pierna derecha
esa que se hizo por jugar
cerca de una carpintería.
Igual que la endoscopia
que le hicieron a Fernanda
para ver qué le enfermaba
más allá del estómago.
Igual que la acidez de mi hermana
que nunca se termina
ni comiendo todos los chayotes cocidos del mundo.
No bastan las buenas intenciones
El cuerpo está y está y está
y no tiene donde esconderse.