Forma, color y vacío por Virdiana Gutiérrez Tejeda*

William Fares es un artista californiano conocido por su amplia trayectoria de más de 40 años dentro del arte abstracto. Estudia en el Instituto de Arte de San Francisco Art Institute en la década de los sesenta, mudándose a Nueva York a principios de los setenta formando parte de una generación de artistas en la década de los setenta en Nueva York quienes a través de la abstracción buscaron maneras de expandir la conciencia (60s- 70s Post minimalismo o formalismo Don Dudley, Paul Mogensen, David Navarros, Richard Van Buren, Frosty Myers, Barry LeVa, Dean Fleming,). Gran parte de su trabajo es trascendental en el sentido filosófico más que en el espiritual. Su orientación al proceso, la forma y los modos de producción no tradicionales reflejaban una tendencia materialista general de producir una cultura que no era ni simbólica, metafórica, puramente estética ni esencialista. Para muchos de estos artistas, como Fares, el acto creativo ya no era simplemente una acción de autoexpresión o validación. Para muchos de estos artistas, fue un medio para desafiar y extender la conciencia de la sociedad. En este sentido, el arte debía formar parte del autoanálisis estructuralista de la sociedad, que había comenzado en los años de la Guerra Fría. En respuesta una vez que el minimalismo y el pop separaron el expresionismo abstracto de su metafísica existencial y espiritual, lo que quedó fue un arte que consistió literalmente en un conglomerado de actos corporales, eventos fortuitos, procesos, efectos materiales, retórica y autorreferencialidad.

La búsqueda espacial, del plano, la superficie y el color se convertirán en las constantes experimentaciones de Fares, quien, desde una intención más bien práctica formalista, logra acercarse a las inquietudes intelectuales y espirituales que permearon las manifestaciones artísticas en la primera mitad del siglo XX, con resultados altamente sólidos y sugestivos desde sus primeras creaciones. Fue tanto así, que en 1971 John Berggreuen (reconocido galerista de San Francisco) lo invitó a participar en una exposición colectiva junto a nombres como Jasper Johns, Brice Marden, Ellsworth Kelly, entre otros.

La diferencia en la textura entre el adentro y el afuera, el frente y el reverso, se convirtieron en una fuente de inspiración para Fares a lo largo de su carrera. Esta noción dualista en el plano, lo llevaron a generar imágenes que se sostuvieran juntas; una con la otra, no por composición o accidente, sino por la similitud de una única imagen física como raíz.

Forma y espacio se funden en una sola estructura de intersecciones y disecciones de las superficies del objeto representado. Esta búsqueda espacial, del plano, la superficie y el color se convertirán en las constantes experimentaciones de Fares, quien, desde una intención más bien práctica, logra acercarse a las inquietudes intelectuales y espirituales que permearon las manifestaciones artísticas en la primera mitad del siglo XX, con resultados altamente sólidos y sugestivos desde sus primeras creaciones.

La superficie lisa del metal es utilizada con intenciones no pictóricas referenciando la tradición del lienzo, la cual implica que el espectador se involucre con el interior, con la escena o imagen enmarcada dentro del lienzo. Mientras que, con el metal, Fares busca desdibujar los límites permitiendo que la percepción visual se expanda sin necesidad de buscar el adentro, no hay adentro ni afuera. Las cavidades en la placa que permite ver el muro generan al mismo tiempo esa confusión entre lo que es y lo que no es la obra. Lo cual al final en realidad no importa para Fares, pues su primordial intención es lograr que el espectador se cuestione sobre la supuesta realidad que percibe. Como menciona el crítico de arte estadounidense Saul Ostrow “Fares somete a la duda y en que no debemos confiar en lo que creemos ver. Lo que se ve no es lo mismo desde el otro lado (que solo se puede imaginar): las formas están incompletas porque solo se han dispuesto para sugerir superposiciones donde no las hay”

Las composiciones geométricas en papel de Fares transmiten la combinación inseparable, indispensable e inevitable del elemento interno y del externo, que es de contenido y de forma.  En ellas, busca la atemporalidad, pues se reconfiguran dependiendo del lugar donde sean colocadas al utilizar el muro como parte esencial de las obras. En donde se sitúen, serán, convirtiéndolas en suceso presente exclusivamente. Con ello, deja manifiesto su interés por encontrar la unificación de la figura con el fondo, asumiendo el reto por entender esa premisa ilusoria sobre la profundidad del espacio, inclusive del infinito. La figura y el fondo entonces se hacen presentes, unidos dentro del espacio que los contiene. Este motivo lo usa como deliberada crítica hacia la tradición pictórica en donde la obra es contextualizada gracias a su momento histórico agregándosele valor por el visible paso del tiempo. Para Fares, esto pierde sentido, experimentando con la forma para cuestionar nuestra propia relación con el tiempo y el espacio, cuestionar nuestra forma de ver y percibir, y de entender el mundo.

En consecuencia, durante más de 45 años, Fares se ha ocupado de la cuestión de cómo articular mejor las potencialidades y los límites de las pinturas como un medio capaz de inducir la atención.

Para el año 2008, Fares decide establecer su residencia en la ciudad de San Miguel de Allende, Guanajuato. Es ahí donde retorna a sus investigaciones primarias sobre la forma, el color y el vacío, pero con una energía renovada y una conceptualización clara sobre lo que su trabajo artístico significa, el camino para llegar ello y la finalidad de la obra total.

Su obra ha sido exhibida en lugares como: Virginia Museum of Fine Arts, Smithsonian Institution, Washington DC Stamford Museum, Nation Collection of Fine Art, Museum of Modern Art, Ny, Whitney Museum, NY .Pertenece a colecciones internacionales como: National Art, Museum of Paris, Paris, FR, Museum of Modern Art New York, NY, Whitney Museum, New York, NY, Guggenheim Museum, New York, NY, San Francisco Museum of Art, San Francisco, CA, Virginia, Museum of Contemporary Art, Richmond, VA, Neuberger Museum, State University of New York, NY, Muhlenberg Center for the Arts, Allentown, entre otras.

 

MTRA. VIRIDIANA GUTIÉRREZ TEJEDA
Es Historiadora del Arte egresada del Centro de Estudios Casa Lamm en la Ciudad de México. Desde el 2006 desarrolla su actividad como promotora de proyectos curatoriales en colaboración con instituciones culturales como Casa del Lago, la Academia de San Carlos (UNAM) y la Universidad del Claustro de Sor Juana; y con iniciativas privadas como la Galería Arcaute en la ciudad de Monterrey, la Galería La Refaccionaria, Aiieer Arte Objeto, y Klassik Design Galería en la Ciudad de México.

 

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