Guía práctica para hacer sexting seguro por Maria Paulina Arango

El sexting no solo es una alternativa para las parejas que se encuentran distanciadas, sino una manera de explorar otras dinámicas sexuales. Y se está volviendo una práctica cada vez más común.

Es claro que las formas en las que nos relacionamos están cambiando y adaptándose a un mundo cada vez más hiperconectado. Muchos de nuestros encuentros con amigos, familiares y pareja ya se dan de forma virtual, sirviéndonos de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea para mantener el contacto a pesar de la distancia.

Y con la pandemia ocasionada por el virus del COVID-19, una de las preocupaciones que salieron a flote fue la de qué pasaría con el sexo. ¿Cómo tener una relación sexual sin contacto físico?

Aunque no haya cifras que demuestren que la práctica del sexting se incrementó durante los días de cuarentena, esta sí se volvió una alternativa para que muchas personas exploraran su sexualidad utilizando la virtualidad.

Pero hay una gran diferencia entre enviar un mensaje de texto preguntando “¿cómo estuvo tu día?” a compartir una foto erótica. Estamos hablando de un intercambio de datos sensibles que si caen en las manos equivocadas puede llegarse a comprometer la dignidad e intimidad de las partes.

“El sexting desde que se haga con una persona de mucha confianza, de madurez y conocimiento, puede ayudar en un tema de exploración en pareja, creatividad y sostener el vínculo erótico”, explica la psicóloga, Laura Tabares, quien añade que a la vez esta práctica presenta una serie de riesgos, especialmente si se realiza con alguien con quien se ha tenido poco contacto y únicamente se conoce por redes sociales. “Una vez se cuelgan en la red fotos, audios y videos, no se sabe el destino final”, indica.

Laura hace especial énfasis en que esta práctica debe darse bajo los términos del consentimiento de ambas partes, cuidando los límites que “cada persona tiene derecho a fijar” y los cuales se deben respetar. “El sexting es una decisión de cada persona, de cómo vive sexualidad, su cuerpo y su intimidad, pero parte de cuidarse es saber los riesgos a los que uno se enfrenta”, concluye.

Consentimiento, SIEMPRE

Al igual que en los encuentros sexuales presenciales, el consentimiento de las partes es primordial. Sin este, mejor no lo hagas. Evita enviar mensajes o imágenes explícitas no solicitadas: eso es acoso.

En muchos casos, alguna de las partes puede ejercer presión al solicitar con insistencia fotos explícitas: eso, también es acoso. Procura hablar con tu pareja y que exista un entorno de confianza antes de enviar mensajes o imágenes eróticas.

La VPN es igual al condón

En Internet, a veces no es tan claro que una conversación es privada. Si vas a practicar sexting, muy probablemente no desees que desconocidos (que no han sido invitados) conozcan todos los detalles.

Una Red Privada Virtual (VPN) robustece la seguridad al establecer una conexión virtual punto a punto. Esto significa que se crea una red local entre los integrantes, inclusive si no están en el mismo punto físico, y de esta manera se evitan ataques como ‘el hombre en el medio’, en el que un tercero intercepta los mensajes.

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Actualmente, muchas firmas de ciberseguridad ofrecen VPN junto con sus servicios de protección de antivirus. No obstante, también hay alternativas independientes (algunas con costo y otras gratuitas). Por ejemplo, Tunnelbear, Nord y Bitmask.

Protege tu identidad

Antes de enviar una foto o un video explícito, pregúntate si deseas que salga tu cara en él. Revisa también si hay otros elementos que puedan identificarte, como tatuajes, cicatrices, piercings, etc.

Usa aplicaciones seguras

Muchas de las aplicaciones de mensajería que utilizamos a diario no nos garantizan el nivel de protección que buscamos cada vez que enviamos un mensaje o imagen erótica.

Es recomendable usar servicios que ofrezcan cifrado de los mensajes para asegurar que solo tú y el destinatario tengan acceso a lo que se envía, y nadie más, ni siquiera la misma aplicación en la que se da la conversación.

Algunas opciones que te pueden ayudar a robustecer la seguridad son:

Navegación incógnita: Bien puedes conectarte a tu navegador de confianza en sesión incógnita o hacerlo utilizando Tor (también conocido como de The Onion Router). Esto con el fin de que no quede el registro del intercambio de archivos, entre otras cosas.

Signal: Esta es una de las aplicaciones de mensajería más seguras que existen actualmente. Es de código abierto, lo que facilita auditar que los datos no se filtren, y tiene especial énfasis en la privacidad y la seguridad. Permite el intercambio de mensajes de forma instantánea, así como realizar llamadas.

Jitsi: Es una plataforma de videoconferencia y mensajería de código abierto que puede utilizarse en Windows, Linux, macOS, iOS y Android.

Eliminar los metadatos de las fotos: Al utilizar una cámara, esta agrega metadatos automáticamente a las fotos que toma. Esta información incluye detalles como ubicación, fecha y hora en las que se tomó la imagen, entre otros.

Existen servicios que te permiten eliminar estos metadatos como ObscureCam y SendReduced. Sin embargo, también puede hacerlo así:

En Windows: haz clic con el botón derecho en el archivo de imagen> Propiedades> pestaña Detalles. Luego, haz clic en “Eliminar propiedades e información personal”.

Mac: haga clic con el botón derecho en el archivo de imagen> Obtener información> Más información. Es importante saber que en equipos Mac, se necesitan aplicaciones de terceros para conocer la totalidad de los metadatos de la imagen y también para eliminar los datos, ya que ya que Mac no suele mostrarlos.

Sigue a María Paulina Arango M. en twitter 👉 @Mariapaulinaar

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