Antes de felicitarnos unas a otras o de repetir la famosa “hoy es mi día” y de vestirnos como para ir a un antro y no a un festival, este día de las madres, reflexionemos un poco sobre nuestro rol como “mamá”.
Empecemos con entender que la carta de presentación de las madres, no son las uñas, cabello, cuerpo súper fittnes o maquillaje, es más bien, nuestro Hijo saludable, educado y siempre bien vestido…
Me refiero a enseñarle a lavarse los dientes y las manos, que por higiene debe bañarse. Que hay bebidas o alimentos que por ahora no puede consumir porque le hacen daño, pero con esmero y creciendo podrá hacerlo; y aunque nunca faltan los familiares o terceros que dan una probadita, TÚ eres la MAMÁ y sólo Tú decides qué sí y que no, y si eres quien ofrece o da dulces a los niños sin autorización de sus padres, como diría un amigo 'cuándo tengas tu pastorela, la diriges como mejor creas conveniente' mientras tanto las reglas se siguen a como ella las dicte.
Enseñar a decir; gracias, por favor y a ayudar cuando se necesite aunque esté pequeño, porque así como puede jugar puede poner los juguetes en su lugar, el traste en el fregadero y tirar la basura en su lugar.
Enseñar a que siempre esté presentable, y no con ropa de marca, sino que limpio cuando se pueda, sin los moquitos embarrados o las lagañas entre las pestañas, que su ropa huela bien, que sepa vestirse y desvestirse dejando cada prenda en el lugar correspondiente, es decir, la ropa sucia en el cesto y la limpia separada en cada cajón.
Sé paciente y habla si no entiende con regaños, pero eso sí, cuando lo tenga merecido de una buena nalgada no debe salvarse; que procese el dato de que si no hay una conducta buena, hay un castigo. Pero ojo, no seas demasiado flexible o blanda y menos tan dura para reprenderlo siempre.
Has que se sienta con la libertad de expresarse, pero sin ser imprudente, que se sienta invencible sabiendo que es humano e indistintamente de su género puede llorar si lo desea o puede no estar de acuerdo en lo que los demás digan, siempre respetando al otro.
Que respete a cualquier ser vivo, que no se trata de no pegarle sólo a las niñas, sino a todo ser vivo; personas en general, animales, plantas y todo lo que rodea, ya que los valores se enseñan en casa y en la medida en que se los impartas, será en ésta en la que los lleve a cabo.
Sacrifica tiempos y cosas, no todo son tus amigas, ni tu pareja, siempre pon las necesidades de tu o tus hijos antes que las de cualquier otra persona, incluso familia. Sacrifica también dinero, no es posible ver a mujeres con uña postiza y ropa de marca que traen a su hijo con los mismos calcetines rotos o diciendo que no le alcanza para la leche o comida, no jodan.
No todas tenemos todo el tiempo del mundo y en ocasiones, ni las ganas de andar tras de ellos todo el día, pero a todo lo anterior es a lo que se dicta una madre, sin siquiera catalogar si es buena o mala, simplemente UNA MADRE.
Reconozco que soy dura con mi pequeño y que perfecta tampoco soy pero si me lo permiten, me gustaría compartirles que me gusta decirle al final del día a mi hijo lo siguiente: eres fuerte, valiente, inteligente, tú puedes, yo te amo.
Es muy difícil discernir cuando se trata de algo tan importante como lo son ellos, los hijos, pero por favor hagamos que valga la pena traer al mundo a un ser, que valga la pena los desvelos, el parto, el dinero, el tiempo, y la vida.
Pero sobre todo, que no nos de pena reconocer que en algo estamos fallando pues por algo se empieza. Aguanta mamá, chingale hoy y mañana tus hijos, tú misma y la sociedad te lo agradecerá.
Si es que te queda el saco y el título, feliz día para ti, mamá que lee esto.