Hambrienta de fama por Rebeca Lsp

Cortesía FIC: Aurea Del Rosario

Una función extrañísima tuvo lugar en el escenario del Teatro Cervantes el domingo 19 y el lunes 20 de octubre, traída por el British Council para ser una de las puestas en escena representantes del país invitado: Reino Unido. Pero estoy mintiéndote si te digo que la obra se llevó a cabo solo en el teatro, pues esta función contó con un segundo público: la audiencia participante en el live de TikTok de Louise Orwin, directora, escritora y protagonista de la función.

Famehungry (hambrienta de fama) es el nombre que titula este singular performance escénico, anuncio preciso de lo que vendrá a nuestro encuentro durante los 80 minutos de la función.

La mujer detrás de esto, Louise Orwin, es una destacada artista escénica, escritora y performer que ha cobrado relevancia internacional debido a la peculiar manera en la que monta sus obras. Pero en esta ocasión no trabaja sola; durante la puesta, también entabla contacto en vivo con influencers famosas con quienes reflexiona sobre el impacto de sus contenidos y el valor humano que pudieran ostentar. En efecto, las conclusiones no son las más optimistas en un panorama donde lo que más se busca, luego de la fama, es la trascendencia.

No hay evidencias de que exista otra puesta escénica de esta naturaleza, me refiero a una transmisión simultánea en TikTok donde lo que sucede en pantalla es retransmitido por un proyector sobre el fondo del escenario y, además, la audiencia virtual no siempre es consciente de que está siendo espectadora de un evento llevado a cabo dentro de un teatro real, sino sobre la marcha. Aquí es donde deja de ser una obra de teatro y se transforma en algo más gracias al vehículo del performance.

El guion de la historia es muy crudo, con datos duros a partir de una exhaustiva investigación documental y práctica; su trazo escénico muy frenético, pues la protagonista no deja de realizar acciones físicas, como correr, chupar una paleta, bailar, echarse líquidos encima o sonreír inquietantemente frente a la cámara de su celular, mientras narra las cosas más impulsivas que ha hecho a lo largo de su carrera para recibir reconocimiento, validación, algo que, con el auge de las redes sociales, se ha potenciado a grados insospechados, con ejemplos absurdos como una mujer bailando con una TV en la cabeza cada noche o un sujeto que se tatúa el nombre de quien va entrando a su transmisión, “aunque todavía no se nos ha dicho para qué nos sirven tantos likes o qué es lo que podremos obtener a cambio de ellos” reflexiona agudamente la artista británica.

Cortesía FIC: Aurea Del Rosario

Una de las observaciones de Louise es que pasamos mucho tiempo viendo contenido en esta red social que promete traer algo interesante, pero muchas veces no llega a nada. “He comido una paleta durante 40 minutos seguidos en un live que no dejaba de acumular vistas”, comenta a la par que deja sobre la mesa la pregunta: ¿de qué es capaz una persona frente a la cámara con tal de recibir atención?

Ella, por ejemplo, no teme ser causa de pena ajena durante la obra con su tono de voz y frases trilladas lanzadas al público al otro lado de la pantalla, aunque vamos entendiendo el contexto de lo que pretende señalar, el ‘aceleracionismo’ en el que vivimos y el conflicto que implica la creciente necesidad de validación en redes. La otra audiencia solo sirve como respaldo de lo que ella va señalando, pues se mantiene atenta durante una hora y veinte minutos solo por la promesa de que, al llegar a los veinte mil likes, número que sobrepasa, ella hará algo impresionante: bañarse en líquido (parece leche) mientras canta Bohemian Rhapsody, de Queen, con una guitarra eléctrica, presenta al público del teatro, para sorpresa de muchos de sus internautas, y cierra la función.

La acompañamos hasta el camerino gracias a que su transmisión sigue al fondo del escenario. La pregunta que queda flotando sin enunciarse es difícil de ignorar: en redes, ¿estamos consumiendo o siendo consumidos?

Cortesía FIC: Aurea Del Rosario

Famehungry
Louise Orwin
19 y 20 de octubre de 2025
Teatro Cervantes

0 Shares: