Imaginar un viaje espacial a un asteroide nos puede recordar a grandes escenas del cine, como por ejemplo esa escena emocionante de Star wars El imperio contraataca donde Han Solo pilotea de manera sublime su nave conocida como el Halcón Milenario, esquivando cientos de rocas espaciales hasta que finalmente se la arregla para esconderse en uno de estos objetos y perdiendo a sus perseguidores. O que tal aquella mítica escena de la película Armageddon, en la cual hay la misión de aterrizar en un asteroide que amenazaba con impactar contra el planeta y destruir la vida o gran parte de ella.
En la gran pantalla, todas las maniobras hechas en las películas antes mencionadas toman solo unos pocos minutos en desarrollarse, sin embargo, en la realidad, aterrizar en un asteroide le está tomando al OSIRIS-REx alrededor de dos años para poder realizar tal hazaña. En una compleja y delicada misión que promete dar un empujón más a la minería de asteroides, una nueva etapa en la carrera espacial que hasta hace poco parecía mera ciencia ficción.
La OSIRIS-REx es una sonda espacial de la NASA cuyo objetivo es alcanzar el asteroide Bennu, recoger una muestra del material de su superficie para su análisis y volver a la Tierra. Fue lanzada el 8 de septiembre de 2016 desde cabo Cañaveral. Esto traería consigo un gran avance en esta tecnología y además de lo anterior, también se busca realizar lo mismo para extraer los recursos minerales de la Luna.
El concepto de “minería espacial” se comenzó a desarrollar a principios de los años 90, pero se puso de moda el 25 de noviembre de 2015 cuando el presidente Barack Obama firmó la llamada “Ley del Espacio”, aprobada por el Congreso de los EEUU, cuyo último título permite a las compañías del país la explotación minera espacial y la apropiación de asteroides y otros “recursos espaciales” por parte de personas privadas y empresas si consiguen la tecnología para desplazarse y explotar esos cuerpos ricos en recursos como el platino, el oro, el hierro o incluso el agua. La Ley deja claro que quien sea capaz de recuperar recursos de un asteroide tiene el derecho de “poseerlo, transportarlo, usarlo y venderlo”.
Esto agregaría muchas posibilidades de extracción de minerales en grandes cantidades, ya que muchos asteroides que se han observado están compuestos por elementos como el hierro, aluminio, fósforo, entre otros minerales que utilizamos en muchos aspectos de nuestra vida, ya sea de forma industrial o cotidiana.
Mientras que la minería espacial es un concepto que todavía está fuera de este mundo para algunos, es real para la industria minera. Después de haber sido considerada por muchos años como pura ciencia ficción, los gobiernos están implementando programas y legislaciones que permitan este tipo de avances en la minería.
Tomemos como ejemplo a la iSpace, que es una empresa privada de exploración robótica lunar, la cual tiene varias misiones planeadas, la primera de ellas para el 2021, que consiste en poner un robot explorador en órbita y realizar un alunizaje y otra para el 2023. En esta última se planea desplegar un robot para explorar el polo sur de la Luna. Para estas misiones iSpace ya hizo tratos con la empresa Space X de Elon Musk para llevar a cabo estos planes.
Actualmente en la Luna, de acuerdo a los científicos, se tiene presencia de grandes cantidades de aluminio, calcio, silicio, hierro, magnesio, torio, uranio, potasio y fósforo, además de presencia de bastante agua en estado de permafrost (capa de suelo permanentemente congelado) en los polos de la Luna y se estima que la cantidad de agua en estos lugares está entre 3 y 10 billones de toneladas de este recurso. Ahora mismo existe una carrera espacial entre las principales potencias como lo son Estados Unidos, China, Rusia e India, ¿logrará alguno de estos realizar tal hazaña?, sólo en tiempo lo dirá.