Jasón y los internautas pt.1: hoaxes por Míkel F. Deltoya

*

Mi primer correo electrónico lo hice a mediados de la década pasada. “mika_megablue@hotmail.com”. Mika como apócope de mi nombre, blue, mi color favorito de aquellos años. El prefijo mega, sonaba súper. Tendría como 9 o 10 años. Ese correo lo tuve hasta finales de secundaria. Jamás envié o recibí e-mails en aquellos años, en cambio sí utilicé el correo con el único y absoluto propósito de hablar con mis amigos en el MSN Messenger. En cambio, aunque no tenía razón de escribirle a otras personas, sí recibí algunos correos, muchos sentenciosos, que decían “See me”; que conjuraban que mi premio seguía pendiente; o que había ganado un bonus prize de algún programa de EE.UU.

Aún recuerdo el socorrido correo del millonario africano que quería sacar su fortuna y por eso necesitaba mi ayuda.

 

*

La semana pasada, una tía me mandó un inbox. Era la foto de una niña de menos de cinco años, caucásica, de cabello rubio y ojos azules. Con una camiseta que tenía, me parece, el estampado de un personaje de Popeye y sus amigos. Estaba recostada en la cama de un hospital. Junto a su mensaje, la frase: “Con cada contacto al que se lo pases ella recibe un peso , para su trasplante de medula hosea (sic)”.

Desde luego, no hay algoritmo de ninguna empresa o beneficencia para cuantificar las veces que se replica una misma imagen, y, en el remoto caso,  sabiendo la cantidad de gente que replica la imagen, sería una cifra billonaria. Después de imaginarme a la cantidad de personas que caen en la trampa, incluso con la pésima redacción, me pregunté quién sería esa niña y, por cuántos teléfonos celulares habría pasado su imagen.

 

*

Jacques Derrida, filósofo postestructuralista, quien desarrolló el concepto de deconstrucción, murió en París el 8 de octubre de 2004, hace más de trece años. Hasta ahorita, es común ver que alguien comparte la nota de su muerte.

Algo similar sucede con Eduardo Galeano, quien murió en 2015. De repente, alguien despistado replica el share sobre su muerte. Cuando los conocedores aclaran que no murió recientemente, no hay de otra sino borrar el share y así evitar la vergüenza de no haber leído.

 

*

Lo mismo sucede con videos e imágenes. En de enero del año pasado se desencadenó por todo el país una serie de propuestas por el alza de la gasolina, que desembocó en saqueos. En Boca del Río, Veracruz, un video de múltiples personas vaciando una juguetería le dio la vuelta al mundo.

A 365 días de distancia, he visto cómo muchas personas comparten el mismo video con la indignación. Muchos de ellos denuncian: han vuelto los saqueos, extreme sus precauciones.

 

*

Hace un par de meses, muchos de mis contactos compartieron un video con información en idioma tagalo. Junto al share, afirmaban que los “chinos” estaban haciendo arroz de plástico que era más barato que el arroz normal. En ese video podíamos ver cómo una plasta blanquecina era procesada por una enorme máquina y luego, salían varios hilos de plástico suave de un molinito. El producto final, un polvo blanco similar a las enormes bandejas con arroz que encontramos en los supermercados y en los que -no lo neguemos- todos hemos hundido la mano alguna vez.

 

*

No, Whatsapp no va a costar .28 centavos el mensaje, ni el logo se volverá azul si lo pasas a quince contactos. Tampoco está congestionado ni requiere invalidar cuentas inactivas.

 

*

La locución latina Hoc est corpus meum (Este es mi cuerpo) derivó, según algunas fuentes etimológicas, en la frase “Hocus pocus”. Se cree que de ahí se derivó la palabra “hoax”. El equivalente castellano es “bulo”.

 

*

Estelas:

No son precisamente hoaxes, pero, cuando una persona desaparece, cuando el hijo o hija de alguien no llega a casa, y los familiares utilizan las redes sociales para solicitar apoyo, suelen compartirse los estados y las imágenes. A menudo, por fortuna, los aludidos retornan sanos y salvos, pero su información ha sido replicada tantas veces y entre tanta gente, que los fantasmas de su ausencia aún seguirán rondando la internet.

*

Ha habido hoaxes que están allí desde los inicios de internet, también las cartas cadenas.  Cada vez es más complejo discernir entre las verdaderas intensiones de una noticia falsa. Puede ser el entretenimiento, la sátira, la desacreditación, e incluso, el enriquecimiento a través del clickbait y el morbo.

 

*

“LOS HACKERS LLEGARON AL FACEBOOK” decía un mensaje que me llegó alguna vez. Así, en mayúsculas. ¿Qué hackers? ¿de dónde? El texto decía que había un virus poderosísimo que llegaba sin que tú te dieras cuenta, y compartía “IMÁGENES PORNOGRÁFICAS A TUS CONTACTOS” sin que tú lo supieras. Nada duele más que la reputación dañada.

En varios grupos de compra y venta, vi cómo muchas personas compartían imágenes eróticas que simulaban un video, y que decían: link en el primer comentario. “Novia se encuentra video de su novio y la amante y lo comparte en venganza”; “Jovencita sostiene relaciones sexuales con su vecino”; “WAO, NO PUEDO CREER QUE ME TRAICIONÓ ESTA MALDITA”. Claro, muchos de éstos, compartidos sin que el usuario lo supiera, más bien movidos por una serie de bots.

Ay, cómo explicarles, a los que han caído en esos malwares, que la única razón por la que tu cuenta de Facebook postea ese contenido por haber intentado – ya sea por ingenuidad, o morbo- entrar a esos links.

*

Lo dije alguna vez, lo que no agotaron los griegos, terminó de agotarlo Yahoo! Respuestas. No hay nada nuevo bajo el sol, ni siquiera la mentira.

 

*

Hay gente que sólo lee los titulares de las noticias en la web y con base en ello emiten su juicio. La existencia está llena de mensajes entre líneas y letras chiquitas. En un mundo cada vez más raro, tener una buena comprensión lectora y jamás perder la sospecha de la realidad, a lo mejor, son las únicas vías para evitar caer. Hay que aprender a discriminar aquel contenido que compartimos, porque todo aquello viral, expandido exponencialmente, puede perder sus tentáculos si uno, al menos uno, de tantos, se pone a reflexionar…

 

*

Esa niña desconocida seguirá rondando el internet, y los inbox y what´s de cientos, no, miles de personas. Mucha gente seguirá replicando su imagen, confiando en que en hacerlo, salvarán su “medula hosea”, o su Leucemia. Y así será, hasta que sea sustituida por otro angelito buscando amenes, otro angelito cuya imagen exige signos de pesos, likes, o shares.

 

Historia Anterior

Heridas conjuntas Por Mari Pineda

Siguiente Historia

Natalie Portman y la desigualdad de género en la industria cinematográfica. Golfa news.