Jian Liu era estudiante de diseño de moda en 1969 cuando decidió salir a la calle para unirse a la protesta. Armado con nada más que una cámara análoga y la creencia de que su país cambiaría, capturo las imágenes de la protesta, que poco después el Ejército Popular apagó de forma violenta.
Luego de treinta años y de forma casi fortuita sus imágenes dan cuenta de la otra historia, la que el regimen quiere borrar del imaginario colectivo.