La belleza y el ego de las redes sociales por Michelle Venegas

Últimamente analizo todo esto de las redes sociales, en especial en el bendito Facebook, en el que hoy en día hay una tendencia fuerte con respecto a la sociedad, tocando el tema de la “belleza”, con relación a las sesiones de fotos, certámenes, selfies, etc. El día de hoy puedo llegar a la conclusión que nadie ocupa, ni mucho menos necesitan en su vida, a alguien que idolatren o que te digan siempre “qué bonita estás” -aunque muchos por narcisistas les encanta eso y es respetable- creo yo, que cuando tienes relación de haber participado en algún certamen de belleza o que tienes mil sesiones de fotos o selfies o algo similar -ya sea para subir tu ego y autoestima- por encima de los demás como si fueras la única persona que merece tener eso, es cuando creo que puedo decir que ese fin no está padre. Porque una cosa es que publiques mencionando tu crecimiento personal con alguna meta lograda o algún trabajo que hiciste y fue exitoso o algún evento importante que es de tu interés personal y laboral, entre otras cosas, y otra es muy diferente que sólo publiques nomás pa’l ego, y subas como 2, 3, 4… selfies o hasta más, y con sus frases o citas que no tienen congruencia. Y es notorio que se realiza por una tendencia, y piensen que eso es una evaluación sobre su persona, pero con base en likes y comentarios, de una vida, que para mí, es muy superficial. Se tiene que buscar algo que las haga ver que la vida superficial no es vida, y menos por un medio como lo es facebook, porque entonces ¿a dónde queremos llegar con esto?

Tenemos que buscar una mejor manera de alimentar las mentes de nosotros los jóvenes, y a los chicos que ahora entran también a este rodeo, porque no sólo es belleza y apariencia física, también es tener pensamientos propios, inteligencia y crecimiento personal –entre muchas cosas más- que te dice quién eres como persona y que te hace ser mejor.

Pero a todo esto, seamos sinceros: aparte de tener una vida superficial, es ésta una nube de fantasía, un mundo que no existe porque es virtual. Es por eso que se llaman redes sociales, pero aclaro: si es en relación con tu trabajo, ahí es otro tema aparte, aún así puedo decir que sigue siendo subjetivo, porque no todo lo que ves en fb es sincero, se podría decir que es un mundo de apariencias porque no todos los likes son porque les trasmitas felicidad, ni todo comentario es porque les caigas súper, la mayoría son personas que están ahí sólo por seguir a los demás, porque ven esas tendencias y les llama el querer pertenecer, no todas están contigo por tu persona, la mayoría están –como ya lo dije- porque lo ven de otros, porque simplemente eres popular y eso tiende a que la gente te siga –y no es malo pero depende mucho con qué fin quieras que esto llegue- porque la verdad es que si lo analizo a profundidad no me gustaría encontrarme en esa situación, si quiero que las personas estén a mi lado es porque quiero que realmente sean esas las personas que quieran estar a mi lado, por querer compartir momentos, pensamientos, críticas constructivas, experiencias con o sin mí y no por solo ser popular.

 

Debemos respetarnos y querernos, no conformarnos con una o varias redes sociales, aférrate a la realidad y encuentra a personas reales con una vida menos dependiente a las redes sociales y que sepan realmente quién es tú persona: cara a cara, en carne y hueso. Que te quieran por quién

eres, en vivo y a color, y no por ese medio. Creo que las personas en cierto punto se pierden y se basan con este tipo de cosas, de que son "queridos y amados por la sociedad" pero es un solo simple y mugre like o comentario que al final del día se olvidará.

 

La gente que está contigo de verdad te lo demuestra con hechos, yo sé que a veces, por tiempos o lugares, no se puede coincidir con tu gente; pero creo que todos sabemos quiénes son nuestros amigos en la vida real y en la vida ficticia. Ese es mi punto de vista más constructivo, porque lamentablemente, en el peor de los casos, que te puede pasar: es estar rodeadx de gente que te idolatra pero que, a pesar de ello, así te sientas vacix.

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